André Abeledo Fernández •  Opinión •  20/02/2022

La OTAN el brazo armado Yanqui

Joe Biden y los EEUU parecen muy interesados en seguir echando leña al fuego, será porque el conflicto les viene bien para tapar sus vergüenzas a nivel interno.
Volodímir Zelenski, presidente de Ucrania, pide calma porque sabe que es él quien se la juega y no los EEUU o la OTAN. Son Ucrania, Rusia y Europa quienes tienen el problema en casa.
Los EEUU tendrían muchos motivos para echar gasolina al fuego del conflicto ucraniano.
Por un lado pretende seguir hostigando y cercando a Rusia con las bases de la OTAN.
Por otro lado también le sirve para que su propia opinión pública se preocupe de los problemas interno.
Y la guinda del pastel para los EEUU es que en caso de conflicto sería Europa la que pagaría la escasez de gas, mientras que EEUU aprovecharía para hacer negocio pues controlaría la venta de un gas mucho más caro, puesto que tendría que llegar transportado en enormes megabuques gaseros.
Y no olvidemos que la guerra sería en Europa muy lejos de las fronteras de EEUU.
Occidente suele tachar de dictadores a los gobernantes quienes pretenden que sus Estados tengan un mínimo de soberanía nacional y se oponen a que las grandes multinacionales puedan conseguir sus recursos a un  precio muy bajo.
Esta fue una de las razones por las cuales se intervino en países como Irak, Libia o Siria, se busca «expoliar sus recursos energéticos.
EEUU y la OTAN no se dedican a derribar dictadores, sino a ponerlos. Es algo que demuestra el historial norteamericano y el modo de actuar de su brazo militar que es la Alianza Atlántica.
La OTAN pretende recuperar la supremacía en las zonas del mundo, donde una serie de Gobiernos se atrevieron a aplicar políticas soberanas.
Una de las muestras de que a Washington y sus aliados no les molestan los regímenes dictatoriales es su amistad con Arabia Saudí, país donde una mujer puede ser violada por siete hombres y encarcelada por no haberse resistido lo suficiente y donde se decapita a personas todos los días.
Pero la enemiga es Siria, donde hay escuelas mixtas y las mujeres no tienen que llevar un burka para taparse, entre otras muestras de respeto a derechos humanos.
Encontrar la verdad requiere de muchos esfuerzos, porque la prensa dominante lo que está haciendo es desinformar. Es por ello que la mayor parte del público no sabe lo que ocurre realmente, ni en Ucrania, ni en ningún conflicto.

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