Crítica al desenfreno de salarios de alcaldes y concejales de algunas localidades extremeñas

Óscar Pérez, coordinador de Una Extremadura digna: «Comenzamos a conocer las descaradas y vergonzosas subidas de sueldos que van a cobrar algunos alcaldes de las localidades con mayor número de habitantes de Extremadura lo que reflejan que no sirven los intereses generales, sino los suyos propios, ignorando las necesidades reales que padece la ciudadanía «. 

1.- Desde UED queremos expresar lo abusivo y desmesurados que son los sueldos de algunos regidores de ciertos ayuntamientos de la región extremeña. Estos emolumentos no son de recibo teniendo en cuenta las desigualdades y necesidades sociales que se presentan en una región como la extremeña con los salarios más bajos del estado español.

2.- Desde UED hemos venido denunciando durante la campaña electoral para las elecciones municipales el hecho de que los ayuntamientos, asamblea regional y diputaciones no podían ser asientos para resolver economías particulares.

3.- Consideramos que todas las personas que se acercan a la práctica de la política, en la sociedad, en las instituciones municipales, regionales o nacionales, lo hacen con una importante carga de voluntariedad. Durante la campaña electoral se prodigaban las diferentes políticas y políticos en este sentido, su lenguaje predicaba frecuentemente  que venían a servir al pueblo y no a servirse ellos.

 4.- No han pasado unas semanas y ya estamos viendo como los sueldos que se aprueban los cargos políticos en las instituciones superan ampliamente los salarios de la población trabajadora, los ingresos de los pensionistas o las raquíticas ayudas sociales que perciben ciertas familias. 

5.-Con estas formas de proceder el pueblo sólo puede ver hipocresía y farsa en la política y en los políticos, cuando se hace lo contrario de lo que se dice en las campañas electorales, en las que se hace profesión de fe de que la actividad política es algo voluntario y de servicio al pueblo. 

6.- En definitiva, desde UED insistimos en que los emolumentos que cobren los cargos políticos no pueden ser privilegios excesivos, que no son necesarios ni obligatorios para el desempeño de una actividad pública, que deben estar acordes con la realidad económica y social, con los salarios de la población trabajadora extremeña., una región en donde el empobrecimiento general se extiende a un número cada vez mayor de familias que perciben pensiones, salarios precarios o ayudas sociales que apenas les dan para vivir.