José Haro Hernández •  Opinión •  22/05/2024

Murcia: una región fallida

López Miras nos mostró a todas las gentes de Murcia, en el marco incomparable de la semana santa lorquina, que su sueño es haber sido un emperador que, sobre los briosos corceles de una cuadriga, recorriera, entre el clamor de sus súbditos, los vastos confines de un imperio tan extenso como próspero. Pero hete aquí que los dioses de la fortuna no tuvieron a bien sonreírle y tan sólo le otorgaron el favor de administrar una pequeña y hermosa tierra, quizá porque desconfiaban de sus aptitudes a la hora de gestionar los asuntos públicos, de suerte que el daño que pudiera ocasionar en tal desempeño estuviera acotado dentro de las fronteras de una autonomía de limitadas dimensiones y escaso número de gobernados.

Y, efectivamente, los temores de aquellos dioses se confirmaron, de suerte que, tras muchos años al frente de aquella ínsula murciana, ésta registra unos indicadores que acreditan las expectativas trazadas respecto de las capacidades de nuestro frustrado emperador. El cual sucedió a otros dos próceres de la derecha murciana que han tenido algunos problemillas con la Justicia. El inmediatamente anterior, Pedro Antonio Sánchez, fue condenado a 3 años de prisión y a 17 de inhabilitación por un asunto, claramente menor, de prevaricación y falsedad documental. Éste, a su vez, fue designado a dedo por Valcárcel, quien se encuentra en espera de juicio oral por otra nimiedad: ha sido acusado de prevaricación, fraude y malversación en relación al contrato de la desaladora de Escombreras, por lo que el fiscal pide más de 11 años de cárcel. Y todo por hacerle un favor a Florentino: pagarle la desaladora que hizo a razón de 6 veces su coste. Sin duda, nuestro expresidente debe ser un furibundo apasionado del Real Madrid para portarse con tanta generosidad con el mandamás del equipo blanco y dueño del grupo ACS.

En el currículum del presidente actual destaca un tema que no es baladí: su participación en la compra de diputados expulsados de Vox y tránsfugas de Ciudadanos que, organizada por Teodoro García, tenía la finalidad de atornillar al lorquino al sillón de San Esteban. Comportamiento que, aunque no haya tenido consecuencias penales(por la dificultad de probar la transacción), es de gran altura, hasta el punto que lleva a nuestro jefe murciano a situarse en el pódium al nivel de sus predecesores bajo condena o procesamiento. Para sacar de escena este patio de Monipodio en que se ha convertido la política murciana, no hay mejor recurso que reducir al mínimo la calidad democrática de las instituciones. Y así, Murcia es la única de entre las comunidades autónomas que sólo celebra una sesión plenaria al mes de control al gobierno. El parlamento del paseo cartagenero de Alfonso XIII es el que menos controla la acción de su ejecutivo.

Pero no sólo en cuestiones de ausencia de transparencia democrática y de honestidad en el ejercicio de la acción política ocupamos un muy destacado lugar en el ranking nacional. En lo tocante a todo lo relacionado con el ámbito socioeconómico disponemos de la mayoría de las medallas de oro, plata y bronce que se reparten a lo largo y ancho del país. Gozamos de los más degradados servicios sanitarios, según establece un informe de la FADSP(Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública)elaborado en 2023 a partir de los criterios usados por la OMS, la OCEDE, Eurostat y el Sistema Nacional de Salud. Compartimos con Madrid los peores indicadores de educación pública, según un análisis realizado por la Asociación Sociedad Civil, CCOO, UGT y la FAPA Giner de los Ríos. Somos subcampeones en tasa de abandono escolar(19%) y medalla de bronce en porcentaje de población infantil y juvenil en riesgo de pobreza(4 de cada 10 niños y adolescentes). Y en dependencia, no nos íbamos a quedar atrás: un informe elaborado por la Asociación de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales, a partir del 18 indicadores, sitúa a nuestra tierra como como la comunidad peor gestionada, junto a Cataluña.

Los salarios de trabajadores y trabajadoras murcianas sólo están por encima de los de Andalucía y Extremadura. Pero si consideramos que aquí se echan más horas que en cualquier otro territorio(1682  por trabajador), es fácil que nos encontremos con la hora de trabajo menos pagada. A principios de este año, el INE publicó que la Región de Murcia es la comunidad el aire más contaminado de toda España, dada la concentración de partículas PM10. Del Mar Menor mejor no hablar cuando el gobierno de López Miras acaba de apostar por intensificar la agresión a la laguna sumando a las divisiones de nitratos habituales unas brigadas de ladrillo y cemento. 

Cualquiera pensará, a la luz de todos estos datos, que la Administración autonómica apenas tendrá deuda, ya que no estaría invirtiendo en servicios que suponen un gasto importante. Pues no, también somo el número uno en endeudamiento sobre el PIB regional: el 31,2%, resultado de multiplicar por 16 la deuda regional desde 2008. Lo curioso del asunto es que este déficit acumulado coexiste con una pérdida de recaudación anual de casi 400 millones de euros, de tal suerte que nos volvemos a colocar otra medalla de oro: la que corresponde a la autonomía que más rebajas fiscales, en relación a su PIB, otorga a las rentas altas. Ninguna comunidad autónoma se nos acerca siquiera en esta ratio. Y es que aquí somos muy generosos con los ricos y un tanto rácanos con las clases trabajadoras, que soportan unos salarios y servicios públicos impropios de un Estado europeo desarrollado.

Esta región fallida a la que nos ha conducido el PP(ahora junto a Vox) se deriva del modelo que el neoliberalismo más rancio ha impuesto a lo largo de décadas, consistente en la triple depredación territorial, ambiental y social como mecanismo que garantiza la maximización del beneficio para determinados sectores empresariales, cuya libertad de actuación sin regulación alguna prevalece sobre los derechos de la gente y del medio. ‘¡Viva la libertad, carajo!’, que diría aquél. 
joseharohernandez@gmail.com


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