La fe secular

A diferencia de la religiosa, la fe secular es naturalista, esto es, es práctica y relacional ->incluye y afecta a seres reales como nosotros, a familiares, amigos y clubes de fútbol o figuras del toreo. Tenemos fe en ellos y no sólo deseamos que estén en armonía con nosotros, sino que si no lo estuvieran no habría problema alguno porque, en el fondo, perdonaríamos y en paz; hasta otra. Sin  embargo la fe religiosa es espiritual e inventada, y no tenemos problema en ligarla a lo que sea, sencillamente porque no necesitamos esfuerzo alguno para ello: sólo depende de la convicción y no implica relación con otro, es personal y puede llegar a la sicopatía y de ahí a la radicalización y a la muerte -cristianos, musulmanes y otras confesiones, desde siempre ha necesitado matar para convencer a base de miedo: para someter.

        Desde la filosofía, nos dice Rorty, este tema se ha tratado recientemente: en los albores por Dewey en Naturaleza humana y conducta (1922), después por Donald Davidson Philosophical essays on Freud (1982), también Marcia Cavell, pero sobre todo por Annette Baier, filósofo neozelandesa, en Postures of mind : essays of mind and morals (1985). Dice Baier que el equivalente secular de la fe en Dios es la fe en la comunidad humana y en su proceder evolutivo, en las expectativas en múltiples esperanzas de índole moral. Es la fe que tenemos en nuestros padres y hermanos. La confianza que mantiene unida a una familia puede ser el modelo para una fe secular. El vínculo más importante entre Freud y Dewey es esta idea del papel que juega la familia, basada en el amor maternal en la creación de individuos, apostilla Baier. Sólo cuando falta el amor de los padres, y la confianza que este amor despierta en el niño, es cuando aparecen los psicópatas.