Redacción •  Actualidad •  08/03/2024

8M: «Hay que cambiar la percepción que tiene la Administración de las enfermeras»

  • Las mujeres que no se ajustan a los roles establecidos son discriminadas.
  • Denuncian estar hartas y discriminadas tras años de desinterés hacia sus problemas por parte de las administraciones públicas.
  • Los cuidados, sean o no profesionales, son considerados por gran parte de la población como casi exclusivamente femeninos lo que hace que el mercado laboral de las profesiones femeninas y feminizadas sea más precario y se considere ‘secundario’.
8M: «Hay que cambiar la percepción que tiene la Administración de las enfermeras»

Madrid, 8 de marzo de 2024.- Centenares de enfermeras se han concentrado hoy, con motivo del Día Internacional de la Mujer, en el Hospital La Paz. Reclaman un cambio en el trato que tienen las distintas administraciones y exigen “un cambio estructural que reconozca adecuadamente su trabajo en el Sermas y que acabe con la discriminación laboral y profesional que sufren por el hecho de ser un colectivo mayoritariamente femenino”.

“Estamos hartas de tener que enfrentarnos a barreras que dificultan nuestro desarrollo como enfermeras. Cada vez tenemos más estudios, estamos mejor cualificadas, muchas tenemos doctorados y másteres, pero a pesar de nuestro esfuerzo, se nos impide el acceso al Grupo A1 y a la posibilidad, por ejemplo, de acceder a dirigir centros asistenciales, aunque muchas están sobradamente preparadas para hacerlo”, afirman desde SATSE Madrid.

Las administraciones que deberían velar porque esto no se produzca no hacen nada por remediar una situación que se prolonga ya más de una década. En los centros asistenciales hay otros profesionales con formación de Grado, idéntica a la de las enfermeras y fisioterapeutas, que, sin embargo, están adscritos al Grupo A1. ¿El motivo? Desde SATSE Madrid se afirma que es, simplemente, por la alta feminización del colectivo y por la poca relevancia que otorgan a su labor.

“Es curioso pero las enfermeras somos la principal fuerza laboral del Sermas y, sin embargo, no se nos tiene en cuenta a la hora de diseñar las políticas sanitarias. Somos las grandes expertas en cuidados y la Administración siempre incide en la necesidad de potenciarlos, pero las decisiones sobre las políticas para desarrollarlos las toman otros, nunca el colectivo enfermero. Se nos ignora y minusvalora porque algunos siguen considerando que los cuidados son una labor secundaria”.

Al finalizar la concentración se ha leído un manifiesto en el que se destaca la necesidad de que se valore y reconozca su esencial aportación a la sanidad y que su trabajo deje de ser menospreciado e infravalorado. “Estamos hartas de que nuestra formación, cualificación y experiencia profesional no se reconozca”, resaltaron.

Discriminación

Las protestas se han centrado en la discriminación que sufren desde hace años por permanecer en el subgrupo A2. Una clasificación profesional que no está acorde con la ordenación actual de los títulos universitarios y el desarrollo competencial experimentado por la profesión en los últimos años y que supone una importante brecha de género laboral y salarial.

La clasificación en un subgrupo inferior al de otras titulaciones del mismo nivel, además de ser claramente discriminatorio, limita su crecimiento profesional y da lugar a prejuicios y estereotipos sobre la profesión enfermera. “Es imprescindible una clasificación profesional justa que refleje nuestra formación, competencias y responsabilidades actuales”, apuntaron.

Por ello, reclamaron al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que coordine los distintos ministerios implicados en la reforma del Estatuto Básico del Empleado Público (EBEP) y que las enfermeras, al igual que las fisioterapeutas, se incluyan finalmente en un único Grupo A, sin subgrupos, dentro de la administración pública.

Esta clasificación profesional hará posible que las enfermeras tengan un trato equitativo con otras profesiones de igual nivel, oportunidades de crecimiento profesional y de acceso a puestos de gestión y liderazgo, y a una retribución salarial justa.

Entre otras discriminaciones y perjuicios, destacaron la falta de reconocimiento a la dureza de su condiciones y riesgos laborales, lo que les impide poder acceder a la jubilación anticipada voluntaria; sufrir estereotipos sexistas; un mayor número de agresiones físicas y verbales, y dificultades de conciliación.

MANIFIESTO 8M 

“ESTAMOS HARTAS”

Hoy, ocho de marzo, Día Internacional de la Mujer, nos concentramos para reivindicar lo que es justo. Nosotras, las enfermeras, no podemos continuar siendo discriminadas en nuestro ámbito laboral.  

Estamos aquí para exigir respeto profesional, para decir que estamos hartas y que nos negamos a continuar durante más tiempo en esta situación. Exigimos un cambio estructural que nos valore y reconozca nuestra aportación vital a la sanidad. No aceptamos que nuestro esfuerzo y dedicación sean menospreciados. 

Las enfermeras somos la gran fuerza laboral de la sanidad pública y cada día nos vemos obligadas a enfrentamos a la temporalidad, la inestabilidad, la sobrecarga laboral y emocional, pero sobre todo tenemos que convivir con la falta de reconocimiento a nuestro trabajo. 

Es hora de alzar la voz, de ocupar los espacios que nos corresponden.  Reclamamos UNA NUEVA CLASIFICACIÓN acorde con nuestra formación universitaria, el desarrollo competencial experimentado por nuestra profesión y con la evolución social. 

Exigimos un trato equitativo con otras profesiones de igual nivel formativo, que nos permita tener oportunidades de crecimiento profesional, el reconocimiento de nuestras competencias, conocimientos, capacidad de liderazgo y de gestión sanitaria, y por supuesto, una retribución justa. 

Es claro el desinterés que tanto este gobierno como otros anteriores han mostrado en resolver esta situación, perpetuada por la infravaloración y falta de reconocimiento histórica de los cuidados y, por tanto, de nuestra profesión. Una profesión que sufre la discriminación y el olvido, en parte, debido a su mayoría femenina, en parte, a su inquebrantable compromiso. 

Es fácil sentirse frustradas y desvalorizadas por la falta de apoyo institucional, pero hoy hemos decidido unirnos para decir que estamos hartas. Hartas de excusas, hartas de barreras, hartas de techos de cristal, hartas de estereotipos, hartas de ser discriminadas. 

Exigimos que se reconozcan nuestros derechos y se nos trate con el respeto y la dignidad que merecemos. Exigimos que nuestros políticos se comprometan con nuestro colectivo y pasen a la acción. Exigimos al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que coordine los distintos ministerios para modificar una ley que nos discrimina.  

Hartas de palabras y de compromisos incumplidos. Hartas de esperar. Es hora de actuar, es hora de UNA CLASIFICACIÓN PROFESIONAL JUSTA.


8M /