Cuarta acción mundial de Mothers* Rebellion por el Día de la Mujer

Madrid, 8 de noviembre de 2024 – Madres y cuidadores de todo el mundo se movilizarán este sábado 9 de marzo, un día después del Día Internacional de la Mujer, para resaltar la precaria situación de las mujeres y los niños en todo el mundo debido a la emergencia climática. Las protestas se llevarán a cabo simultáneamente en más de 30 países en 6 continentes. En España, las acciones se realizarán en la Plaza del Museo Reina Sofía de Madrid y la Plaça del Diamant de Barcelona.

Las acciones internacionales consistirán en sentadas pacíficas en círculos de madres, y cuidadoras de todo tipo, a veces acompañadas de sus hijos, en espacios públicos, sosteniendo carteles con los nombres de sus hijos y mensajes personales relacionados con sus temores sobre la crisis climática, exigiendo acciones urgentes de los líderes mundiales.

La crisis climática también es una crisis de género. Las mujeres y los niños son los más vulnerables a la emergencia climática, mientras que son los que menos han contribuido a causarlo. Las mujeres en todas partes están soportando el peso del coste del cambio climático, ya que está exacerbando las desigualdades existentes.

En el Sur Global, los cambios en los patrones de lluvia, el aumento del nivel del mar y las tormentas cada vez más extremas están afectando negativamente a la producción agrícola. Alrededor del 75% de los pobres del mundo viven en áreas rurales y dependen de la agricultura, la silvicultura y la pesca para su sustento. Y las mujeres representan casi el 50% de los agricultores en Asia Oriental, el sudeste asiático y África subsahariana. Y a medida que fallan estos cultivos, muchos se ven obligados a migrar. Según el último análisis del UNICEF, «Niños Desplazados por el Cambio Climático», los desastres relacionados con el clima han causado más de 43 millones de desplazamientos internos de niños en más de 44 países en los últimos 6 años.

Las mujeres, las madres y los niños también corren un mayor riesgo en los países desarrollados. Por ejemplo, según la agencia de medio ambiente de la Unión Europea, casi la mitad de las escuelas y hospitales en ciudades europeas están ubicados en «islas de calor» urbanas. Alrededor del 46% de los hospitales y el 43% de las escuelas están en áreas al menos 2ºC más cálidas que el promedio regional. De hecho, el calor ya se está volviendo tan extremo que las escuelas se ven obligadas a cerrar durante las olas de calor, como vimos en las Islas Canarias el pasado octubre, cuando las escuelas cerraron durante varios días debido a temperaturas de 35ºC provocando golpes de calor y desmayos entre alumnos y personal, en otoño. Las escuelas no están climatizadas como la mayoría de los otros lugares de trabajo, donde el personal es mayormente masculino. Y en Cataluña toda la población es testigo de una emergencia por la sequía, donde el agua potable tiene que ser traída en barco desde una planta desalinizadora en Valencia, a un precio que no puede sostener la agricultura local.

Además, los niños también son físicamente más vulnerables a los efectos de la contaminación del aire en las ciudades causada por las emisiones, según un informe del Hospital Sant Joan de Déu Barcelona. También por sus conductas (por ejemplo, mucha actividad física) pueden exponerse a dosis más altas de contaminantes del aire que los adultos. En Barcelona, casi el 50% de los casos de asma infantil se deben a la contaminación del aire, y en el mundo el 93% de los niños respiran aire que no cumple con los criterios de calidad establecidos por la OMS, lo que representa 600,000 muertes infantiles prematuras cada año. Y Madrid es la ciudad europea con la mayor mortalidad atribuible a la contaminación del automóvil, encabezando la lista de muertes evitables relacionadas con el dióxido de nitrógeno. Además, el feto en desarrollo es especialmente vulnerable a la contaminación, absorbiéndolo a través de la placenta de la madre.

Mientras tanto, no solo los gobiernos no están tomando medidas para reducir rápidamente las emisiones, sino que además están ampliando proyectos contaminantes, por ejemplo en España, a pesar de haber declarado una emergencia climática en 2020, los gobiernos planean ampliar los aeropuertos de Barajas y El Prat, convirtiendo a Barajas en el aeropuerto más grande de Europa.

Y la ciencia nos dice que si seguimos sin reducir drásticamente las emisiones, nos espera un calentamiento global que no nos dejará con un planeta habitable, con la posible muerte de mil millones de personas en este siglo.  Como dijo Guterres justo la semana pasada: «Nuestro planeta está al borde del abismo. Los ecosistemas están colapsando.»

Las madres no permanecerán calladas y no aceptan las consecuencias de la inacción criminal de los líderes mundiales, poniendo las ganancias económicas a corto plazo y los beneficios de unos pocos, por encima de las vidas de nuestras futuras generaciones.

“Nos rebelamos por la vida, porque los gobiernos no están actuando a la altura de la crisis climática. A pesar de que han firmado multitud de pactos y acuerdos, los incumplen continuamente.” 

¡Os esperamos!
Sábado 9 de marzo de 2024
a las 12.15h Plaza del Museo de la Reina Sofía, Madrid, y
a las 11.15h en Plaça del Diamant, Barcelona.