Alianza Verde •  Opinión •  28/06/2022

Sobre la Cumbre de la OTAN en Madrid

Hoy es el Día Internacional del Orgullo LGTBI, un día para la reivindicación de derechos y para celebrar la alegría de vivir vidas plenas, diversas y en libertad. Sin embargo, hoy Madrid está, paradójicamente, paralizada por la presencia de miembros de una organización, la OTAN, dedicada a hacer la guerra y a expandir la militarización a lo largo de todo el planeta.

La OTAN nunca ha aportado nada en la construcción de la paz. Muy al contrario, allí donde ha intervenido ha contribuido a la desestabilización y destrucción, y al alargamiento de los conflictos. Allí donde intervienen las fuerzas de la OTAN, el mundo sufre y es más pobre. Y la pobreza, el cambio climático y las guerras son las principales causas de las migraciones, que provocan dramas humanitarios como el que hemos vivido este pasado viernes en la frontera entre Nador y Melilla.

La OTAN no es compatible con la paz. Por eso, no le damos la bienvenida y reclamamos que España no incremente su presupuesto para gasto militar. La paz no se construye con armas ni tanques, ni siendo miembro de una organización que arrasa países en guerras injustas. La paz se construye con diálogo y diplomacia y con muchos recursos y esfuerzos dedicados a la cooperación y a la ayuda humanitaria.

Desde la invasión rusa de Ucrania, hemos asistido a un incremento del ansia belicista en todo el mundo, cuando lo que necesita este planeta es la búsqueda de relaciones de cooperación y paz entre los estados. Para ello, es necesario disolver la OTAN y poner en valor, dedicando más esfuerzos y recursos en organizaciones multilaterales que tienen como objetivo la cooperación entre los estados para luchar contra el cambio climático, contra la pobreza o la desigualdad.

No es un orgullo para España ser sede de la Cumbre de la OTAN, una organización para la guerra, que causa tanto dolor. España se siente orgullosa, en un día como hoy, de avanzar en derechos para todas las personas, con el inicio de la tramitación de la Ley para la Igualdad Real y Efectiva de las personas Trans y para la Garantía de los Derechos de las personas LGTBI, y que nos sitúa a la vanguardia internacional. Esto es motivo de orgullo, no el paseo de jefes de Estado y de Gobierno para hablar de incrementar el gasto militar, para preparar nuevas guerras.

La OTAN nunca tuvo sentido, pero en pleno siglo XXI con una grave crisis energética, en plena emergencia climática y en un mundo interconectado, esta organización es una amenaza para la paz y la seguridad.


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