André Abeledo Fernández •  Opinión •  21/04/2020

Bulos y mentiras como arma de guerra en plena pandemia

Es increíble ver como tertulianos defienden su derecho a mentir, como si la mentira formase parte de la libertad de expresión o de información. 
 
Mentir no es informar, generar bulos no es hacer un chiste o una broma desafortunada, forma parte de una estrategia premeditada de desinformación con un objetivo político determinado. 
 
Los mamporreros del poder parecen temer perder su herramienta de trabajo principal, que es la mentira, las medias verdades y los más burdos bulos. 
 
Conozco personalmente a buenos periodistas, a profesionales de la información que intentan hacer lo mejor posible su trabajo y estoy convencido de que estos profesionales de la información condenan con tanta o más contundencia que lo pueda hacer yo mismo esta estrategia de desinformación. 
 
La mentira como arma se ha utilizado siempre, «la verdad siempre es la primera víctima de la guerra». Y por lo que se ve la oligarquía ya esta  en pié de guerra para conservar y a poder ser aumentar sus beneficios y sus privilegios. 
 
Esta es una guerra diferente, no existe un ejército enemigo, ni estan tan claros los bloques geoestrategicos como durante la llamada guerra fría. No existe ahora ningún telón de acero, ni un Pacto de Varsovia en contraposición a la OTAN. 
 
Esta es una pandemia, el enemigo es un coronavirus, el COVID-19, el virus no reconoce fronteras y la humanidad esta en su conjunto en guerra contra esta nueva enfermedad. 
 
Pero en medio de la guerra contra la pandemia, de la lucha contra el COVID-19, se da también la lucha de clases y también mezquinas y vergonzosas batallas políticas por sacar un rédito político de los muertos por coronavirus.
 
La clase trabajadora debe de ser consciente de que desgraciadamente las oligarquías han roto unilateralmente la unidad de lucha contra la pandemia y están utilizando todas las armas y herramientas a su alcance para hacer juego sucio y sacar provecho de la desgracia de la humanidad. 
 
Debes tener cuidado con el juego de la oligarquía que se disfraza de aliado y actúa como enemigo.
 
 Y sobretodo debemos de recuperar la conciencia de clase y ser conscientes de nuestra propia fuerza. 

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