Carlos Zabalbide •  Negocios y Ocio •  13/09/2019

Emprender en internet: las posibilidades del dropshipping

Emprender en internet: las posibilidades del dropshipping

Las compras a través de internet son cada vez más frecuentes. La mayoría de tiendas ofrecen a través de su canal online descuentos exclusivos. En otras ocasiones, la compra se realiza a través de grandes plataformas online como son Amazon o Ebay.

En España, el ecommerce está viviendo una etapa de explosión sin precedentes en los últimos años. Los datos revelados por la Comisión Nacional del Mercado y la Competencia, en el año 2018 el sector del ecommerce facturó una cifra superior a los 40.000 millones de euros.

En el 2019 se estima que la cifra facturada por el comercio online superará los 50.000 millones de euros. En el pasado ejercicio, el crecimiento de las ventas del ecommerce con respecto al año 2017 fue del 29,06%, en el 2017 fue del 25% y en el 2016 del 20%. De seguir esta tendencia, la facturación global alcanzará esa cifra.

Tras todos estos datos se encuentra un sector muy competitivo en cualquier tipo de producto o servicio y un consumidor, el español, cada vez más dispuesto a realizar todo tipo de compras a golpe de clic.

La oportunidad de emprender con el comercio online

Las cifras generadas por el sector animan a muchos emprendedores a iniciar una aventura empresarial. Nacen así ideas de negocio como el dropshipping o el marketing de afiliados, con especial interés en la primera de ellas.

El dropshipping es una nueva forma de vender por internet que ha llegado para quedarse, pero que no es fácil llevarla a cabo con éxito. Esta fórmula consiste en que el dueño de la tienda online hace de intermediario entre los mayoristas y el cliente. Es una forma de que el consumidor pueda comprar a través de internet y que el vendedor, a través de una plataforma online, le compre los productos al mayorista solo cuando el cliente los reclame.

El propietario de la página web, la tienda online, funciona como intermediario. Mediante esta vía, es posible vender sin hacer stock a través de el dropshipping. El vendedor no tiene en stock los productos y no necesita un almacén para acumular los artículos ni compra artículos sin saber si al final los va a vender o no.

Del mismo modo, el vendedor no necesita tener un inventario, pero sí necesita conectar y convencer a potenciales proveedores del producto para que trabajen con él. Asimismo, es fundamental llevar a cabo un buen trabajo de marketing digital y publicidad que se refleje en una estrategia exitosa encaminada a llegar a los consumidores los productos del mayorista.

El marketing de afiliados, una opción más accesible que el dropshipping

La otra fórmula más conocida que propone el marketing digital para vender a través de internet es mediante el marketing de afiliados. A priori, esta alternativa es incluso más accesible para emprendedores de nueva hornada, porque consiste en referir productos hacia webs como Amazon o Ebay y, a partir de las ventas que se consigan, el propietario de la web o el blog que hace marketing de afiliación recibe cierta cantidad de dinero en concepto de comisión.

En cualquier caso, para conocer todos los secretos del marketing de afiliados, en concreto con Amazon, lo puedes conocer en esta guía.

El ecommerce es visto como una salida laboral interesante. Muchas personas quieren sacar su pequeña tajada dentro de este mercado de miles de millones de euros de facturación. Sin embargo, la tarea no es sencilla, y tanto el dropshipping como el marketing de afiliados tienen una cara oculta.

La realidad sobre el dropshipping

Muchos usuarios en internet creen que para vender en internet basta únicamente con diseñar una buena página web, publicar productos y esperar que los clientes lleguen hasta esta web y compren sin dificultad alguna.

La realidad es que solo esto ya supone mucho trabajo de diseño web, marketing online, captación de suscriptores y clientes… Y debe ser el trabajo final, porque previamente a ello hay que hacer una investigación de mercado, convencer y negociar con proveedores y definir un modelo de precios que sea atractivo tanto para el cliente final como para el mayorista, pues el propietario de la web que hace dropshipping actúa únicamente como intermediario.

Un aspecto importante es que no todos los productos y artículos se pueden vender a través de internet. Tener productos de algunas marcas implica tramitar permisos y licencias para poder comercializarlos. De lo contrario, se puede entrar en conflictos con grandes empresas que acaban siempre en sanciones económicas.

Finalmente, no debemos olvidar que con el sector del dropshipping el intermediario pone a la venta productos que el propio mayorista ya está vendiendo. Si el cliente final llega al producto sin contactar con el intermediario, es muy posible que el precio a pagar sea más bajo.

Esto obliga a quien practica dropshipping a mostrar un excelente servicio y una atención al cliente muy cuidada y personalizada, condicionantes que actúan como elementos diferenciadores para atraer a los clientes.