Beatriz Ramos Vidal de Torres •  Memoria Histórica •  03/02/2022

Una nube negra entenebrece la solidaridad del Hospital Varsovia de Toulouse (hoy Hôpital Joseph Ducuing)

Durante 6 años el hospital estuvo bajo la dirección de médicos españoles, hasta que, en 1950, Franco junto con la colaboración del gobierno francés organizó la operación Boléro-Paprika con la finalidad de ilegalizar al PCE y desactivar la resistencia comunista en Francia. 

Una nube negra entenebrece la solidaridad del Hospital Varsovia de Toulouse (hoy Hôpital Joseph Ducuing)

Voces de alarma sonaron cerca del Garona, al otro lado de la nube negra donde pacientes, sanitarias, asociaciones y ciudadanas muestran su preocupación por las noticias desalentadoras que amenazan al Hospital Varsovia. ¿Crisis? ¿Dificultades? ¿Equilibrio financiero? ¿O embiste contra su orientación histórica en la medicina social?

Para comprender el presente y sensibilizar sobre la situación actual de este centro hospitalario, emblemático de la ciudad de Toulouse, es necesario trasladarse al momento histórico de su fundación y conocer su extensión. El Hospital Varsovia ha sido y será un referente insustituible, pionero en la investigación y en la práctica de la medicina social, reconocido tanto a nivel nacional como a nivel mundial por su alta calidad de trabajo y de atención a las pacientes, donde siempre se ha atendido al mayor número de personas sin discriminación, gracias a los valores transmitidos por un sistema de salud solidario.

En octubre de 1944 se llevó a cabo por parte de 3.500 guerrilleros republicanos antifranquistas españoles la «Operación Reconquista» con el objetivo de penetrar en el Valle de Arán y reestablecer con el apoyo de los aliados internacionales el gobierno de la República, pensando que como en Europa, la II Guerra Mundial estaba llegando a su fin, así como el fascismo y el nazismo, el siguiente en ser derrotado sería el fascismo en España. A pesar de que dicha acción político- militar puso en jaque a la dictadura franquista, la operación fracasó, y es entonces cuando entra en la escena histórica la creación del Hospital Varsovia. Habilitado en un viejo château abandonado del número 15 de la calle Varsovie del popular barrio de Saint- Cyprien, fue fundado por un grupo de médicos y personal sanitario republicanos españoles, la mayoría del PCE y anarquistas (Dr. Momeñe, Dr. Turrubia, Dr. Bordeta, Dr. Bosh, Dr. Bonifacio o la Dra. Gómez, cirujana del hospital), con el fin de atender a los heridos y enfermos de la Operación Reconquista. Posteriormente se ampliaron las instalaciones dada la gran cantidad de refugiados necesitados de cuidados médicos, transformándose en un centro hospitalario gratuito para la población civil. También atendieron a los supervivientes españoles de los campos de concentración nazis, así como a más de 150.000 exiliados que procedían de los campos de concentración de cualquier lugar de Francia. Así se describe en los Anales del Hospital Varsovia: «Al principio fue un hospital guerrillero. Eran los días de la liberación de Francia- aquellos soldados de la República que cinco años antes llenaban las tumbas de Argelès, Gurs, Vernet- se habían batido en todos los » maquis» y en la hora del alzamiento francés reñían con los nazis batallas campales y reconquistaban para el pueblo de Francia villas y ciudades. Mujeres españolas llegadas desde todos los puntos de la ciudad limpiaron aquella suciedad de anteguerra. Fueron instaladas algunas camas muy pocas. Extendiose en el santo suelo una hilera de colchonetas. En los primeros días se contaba tan solo con algunos botiquines de batallón. Mas pronto, los guerrilleros españoles, como hormigas, comenzaron a volcar sobre el «Varsovia» material sanitario arrebatado a los nazis en la retirada».

El Comité de ayuda a los Republicanos Españoles, cuyo presidente fue Pablo Picasso, hizo un llamamiento de ayuda al «hospital de los españoles en Francia». Muchas fueron las personalidades ilustres que participaron para el mantenimiento del mismo, como Marie Curie, Louis Aragon, Albert Einstein, etc. Sin embargo, el mayor peso de las ayudas corrieron a cargo de organizaciones internacionales, especialmente la norteamericana Joint Anti-Fascist Refugee Comittee (JARC).

En 1945 se creó la Amicale des Anciens FFI et Résistants Espagnols y se procedió a la legalización del centro y a la habilitación de los médicos exiliados.

Durante 6 años el hospital estuvo bajo la dirección de médicos españoles, hasta que, en 1950, Franco junto con la colaboración del gobierno francés organizó la operación Boléro-Paprika con la finalidad de ilegalizar al PCE y desactivar la resistencia comunista en Francia. El equipo médico y el personal sanitario del Hospital Varsovia, junto con cientos de españoles que habían formado parte de la resistencia francesa, fueron deportados en la madrugada del 7 de septiembre a Argelia y a diferentes Repúblicas soviéticas. El propio Dr. Ducuing manifestó su protesta ante los medios «contra la brutal e inhumana acción policial cuando a las 3 de la mañana del pasado jueves el personal sanitario del hospital Varsovia fue detenido quedando abandonados pacientes que habían sido operados días antes».

Al mismo tiempo, en EEUU y dentro de las operaciones conspiranoicas llevadas a cabo por el senador Joseph McMarthy denominadas «caza de brujas», tuvo lugar el encarcelamiento de los miembros de la JARC, y con ello el fin de las ayudas aportadas por dicho Comité Antifascista. Así se describió este acontecimiento en los Anales del Hospital Varsovia: «Hacemos pública nuestra protesta por la condena de la que fueron objeto el Dr. Barsky por el » crimen» de prestar ayuda a las víctimas del fascismo y en particular a los enfermos y a los inválidos españoles… Preferimos publicar algunos párrafos que el escritor Howard Post- una de las personas encarceladas- ha hecho público: » Así voy a la cárcel. No solo sino con 21 más… Os digo que estoy orgulloso de tener por compañía a estos hombres y a estas mujeres y que jamás estuve mejor acompañado… Pues con ellos entra en la cárcel lo mejor de América… El Comité de Actividades Antiamericanas nos ha exigido darle los nombres de los republicanos españoles que hemos ayudado, de suerte que al hacerlo nos hubiéramos convertido en criminales asociados al abominable Franco. Y porque nos hemos negado a ello, vamos a la cárcel».

La decisiva implicación en esos momentos de los médicos franceses y la ayuda del Partido Comunista de Francia lograron la continuidad del hospital. El Dr. Joseph Ducuing y otros médicos, concienciados con la causa, crearon la sociedad sin ánimo de lucro Societé Nouvelle Hôpital Varsovie y consiguieron, después de muchos litigios, la titularidad del centro que pasó a manos francesas rebautizándolo con el nombre de Hôpital Joseph Ducuing, recogiendo el legado y siguiendo el modelo hospitalario de la II República española, asegurando la pervivencia del hospital y salvaguardando su esencia de medicina social.

Llegado pues el momento actual, el hospital está siendo víctima de acciones debilitadoras que ponen en peligro no sólo a la propia institución, sus excelentes servicios médicos y la atención de sus pacientes, sino también a la historia y el patrimonio de Toulouse.

Ya se dieron pasos encaminados a cumplir con la tan socorrida y «precarizadora» maniobra neoliberal de externalización de los servicios de mantenimiento, limpieza, cantina y la venta del laboratorio de biología, pero lo que ha provocado el shock para el personal, pacientes y amigas del hospital ha sido el cierre del servicio de medicina interna el pasado mes de diciembre y para más inri en plena crisis sanitaria ocasionada por la pandemia.

Diferentes medios regionales recogen los testimonios de profesionales y pacientes del hospital sobre la actual crisis. El nuevo director, Eric Fallet, llama al diálogo social con la firma de nuevos convenios colectivos y marca como estrategia elevar los ingresos con obras y grandes proyectos como aumentar el número de partos en la maternidad, que es el emblema del hospital, siendo el principal objetivo la medicina social. Analiza igualmente las dificultades que atraviesa su centro: «el sistema sanitario atraviesa una crisis sin precedentes que se prolonga y agota al personal a largo plazo. Se presiona a los establecimientos de salud para que limiten sus costes y el sector voluntario es el más desfavorecido. El reto que tenemos es intentar enderezar la situación económica del hospital en un contexto de restricciones y crisis sanitarias sin precedentes, conservando lo mejor posible el ADN del hospital«. Por otro lado, Francis Gaches, exjefe del departamento de medicina interna despedido el pasado mes de septiembre, fue el primero en salir de la escena donde trabajaba desde 1996; después le siguieron tres médicos más, lo que provocó el cierre del servicio, y sostiene «que desde la llegada de la nueva dirección en 2018, las dificultades se han acumulado y que las denuncias de los hechos graves le han llevado a entrar en conflicto con la dirección, de la cual considera que multiplica los errores».

Sean como fueren los conflictos políticos, laborales o económicos del hospital, lo cierto es que el buque insignia de la medicina social se hunde, y las reacciones de las ciudadanas  de Toulouse muestran una gran inquietud por el desconocimiento y la falta de información acerca de las causas del cierre del servicio de medicina interna, considerando que, al tratarse de un servicio público imprescindible, la atención hospitalaria debe continuar y que debe abrirse un debate democrático a la ciudadanía y a las autoridades locales y no quedar bajo el secreto de la dirección del hospital.
En esta última línea de actuación se han lanzado llamadas de firmas por la defensa del hospital a través de la plataforma change.org. Igualmente, desde las asociaciones de la memoria histórica de España y la coordinadora Caminar, se han difundido manifiestos donde expresan su malestar ante el cierre del servicio y exigen respuestas a las siguientes preguntas:

¿Por qué se ha cerrado el servicio de medicina interna?
¿Cómo funcionarán las urgencias en caso de necesidad de hospitalización?
¿Cómo funcionarán los servicios de cirugía si en pre y postoperatorio no hay consejo médico en el sitio?
¿Cuál es el plan de gestión? ¿Restaurar el equilibrio financiero a toda costa y asegurar la rentabilidad retirando médicos de los servicios que quieren eliminar?
¿Cuál es el proyecto médico del hospital?
¿Se van a mantener la cirugía y las urgencias?
¿Se van a desarrollar la maternidad y el acceso al aborto, así como a los cuidados paliativos?
¿O por contra se quiere redirigir el hospital a un establecimiento de geriatría, rehabilitación y seguimiento?

Es incertidumbre o quizás tristeza la que sienten muchas españolas y amigas del hospital, pero sobre todo esperan que la alta moral solidaria que siempre lo ha caracterizado siga intacta, manteniéndose viva la memoria del trabajo incansable que le dio vida a tan importante obra social, como escribió uno de sus enfermos: » Cuando se escriba la historia de la emigración española el Hospital Varsovia ocupará en ella un puesto de honor».

Fuentes
Jorge J. Molina. Rebelión.org.Hospital Varsovia, médicos republicanos en el exilio. 2020.
Antonio Giner. Arxiu de Vistabella del Maestrat. El Hospital Varsovia de Toulouse.
La Déchepe.fr. Crise à l’hôpital toulousain Joseph Ducuing: la promesse de beaux lendemains. 2022.
France 3- regions.francetuinfo.fr. Toulouse: l’ hôpital Joseph Ducuing a fermé son service de médecine interne, » c’ est dramatique» dit un patient. 2022.
Editorial. Anales del Hospital Varsovia. Núm. 9.Julio 1950.

*Por Beatriz Ramos Vidal de Torres, IU Toulouse y PCE Toulouse.


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