AFP •  Agencias •  Internacional •  02/06/2019

El presidente chileno Sebastián Piñera comparece ante el Congreso acosado por su descenso de popularidad

El líder del ejecutivo chileno ha realizado su rendición de "cuentas públicas", un informe anual de su labor como presidente, mientras la aprobación a su mandato cae sistemáticamente entre la opinión pública.

El presidente chileno Sebastián Piñera comparece ante el Congreso acosado por su descenso de popularidad

El presidente chileno Sebastián Piñera ha afrontado una difícil rendición de cuentas públicas, una retribución de su labor al frente del ejecutivo que establecida como mandato constitucional una vez al año. Piñera ha tratado de encarar la marcada pérdida de confianza de la opinión pública chilena buscando transmitir una imagen de modernidad y fortaleza al frente del gobierno, al tiempo que incorporaba una tímida autocrítica ante los crecientes problemas socioeconómicos que afronta el país.

En horario de prime time y transmitiendo su rendición política a través de las redes sociales por primera vez en la historia de Chile, el presidente trató de transmitir una imagen de modernidad incluso antes de comenzar la intervención, acudiendo al Congreso acompañado de una agente de los carabineros. Lejos del discurso conservador que le aupó por segunda vez no consecutiva a la presidencia del país, Piñera se centró en las temáticas que más preocupan a la derecha chilena aunque proporcionando un enfoque tímidamente progresista. El jefe de gobierno hizo alusión a los problemas de seguridad que vive el país asumiendo la lectura que los medios conservadores chilenos ofrecen de una creciente cultura de tráfico de drogas. “La seguridad no es tener a más carabineros en las calles, sino también mayor rehabilitación para romper el círculo vicioso de la delincuencia», afirmaba Piñera. «Creemos en una mano firme, pero también en dar oportunidades”, añadía, tomando una postura que le acerca al tradicional discurso democristiano y le aleja de la inveterada posición de los conservadores de afrontar la seguridad del país a través del incremento de la presencia policial.

Piñera ha tratado de transmitir una valoración positiva de su año de mandato, apoyándose en el crecimiento del PIB y determinados indicadores económicos. El presidente remarcó el crecimiento de un 4% en la economía del país, al tiempo que prometía un crecimiento del empleo y una subida de las pensiones.

A pesar de sus esfuerzos, Sebastián Piñera vive uno de sus peores momentos al frente del ejecutivo. Según encuestas publicadas esta semana, tan solo un tercio de la población, el 33% de las personas encuestadas, tienen una opinión positiva de su labor al frente del gobierno. Piñera alcanzó la presidencia amparándose en la imagen de un gestor eficiente capacitado para derivar el crecimiento de los indicadores macroeconómicos hacia una mejor calidad de vida de la población. Sin embargo, a un año y escasos meses de asumir su segundo mandato, la opinión pública no ve reflejada en su día a día las triunfalistas proclamas del estado de la economía chilena.


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