Nuestros mayores merecen que nos esforcemos para vencer el COVID-19 y que seamos disciplinados con la cuarentena

Le he ido a llevar la comida a mí Abuela que este mes de Abril cumplió 93 años, vive sola pero cerca de casa de mí madre que la va a ver todos los días y le hace la comida. 

 

Le dejo la comida y me vuelvo a casa, sin beso de despedida ni contacto por miedo a contagiarla. 

 

Me puse a pensar camino a casa que mí abuela vivió la llamada guerra civil y la segunda guerra mundial y ahora una pandemia.

 

Su generación ha pasado por muchas, la guerra, la posguerra, el hambre, la dictadura franquista, la transición.

 

Son personas fuertes y estoicas, sin miedo, ya no tienen edad para sentir miedo, ni se sorprenden con facilidad. 

 

¿Como darles la espalda?, ¿como vamos a dejarlos atrás?. 

 

Es de bien nacidos ser agradecidos y a nuestros mayores les debemos mucho.

 

Lucharon por conseguir nuestros derechos, los que tenemos y los que perdimos, construyeron y levantaron un país destruido.

 

Soy muy disciplinado en el confinamiento, respeto al máximo la cuarentena, entre otras muchas cosas por respeto a ellas y a ellos.

 

Mí abuela se llama Josefa y junto a otras abuelas y abuelos, padres y madres merecen que les devolvamos un poco de lo mucho que les debemos.