El ingeniero y la piedra

Saludos (que viene de Salud).

Os contaré un sucedido, cuyo corolario, he de confesar que las pocas veces que he tenido que recurrir a él en mi vida profesional, me ha funcionado perfectamente (a mi compañera también le funciona cada vez que lo emplea conmigo):

Se inauguraba una autopista entre las dos principales ciudades, y en la víspera de la de la misma, mientras se celebraba la cena de gala con asistencia de la Ministra de Fomento, el Director General de la empresa constructora y el ingeniero responsable del proyecto, se produjo el desprendimiento de una gigantesca roca desde una de las montañas cercanas a la ciudad termino de la citada autopista, que ladera abajo, fue a aterrizar justo sobre los tres carriles de acceso a la ciudad, dañando seriamente el firme y obstruyendo los mismos completamente.

La cuadrilla más cercana intentó denodadamente retirar o destruir el pedrusco, pero todos sus esfuerzos fueron inútiles; la densidad de la roca era similar a la del plomo, y la cohesión de sus partículas hacía la misma prácticamente indestructible. Apenas unos arañazos dejaron testimonio de su trabajo.

Decidieron entonces requerir la presencia del jefe de obra, con idéntico resultado. Y a continuación ya no tuvieron más remedio que apelar al primer ayudante del ingeniero, un joven becario que provenía de Arquitectura, cuya contribución, pese a su indudable preparación, resultó igualmente estéril.

Ante la gravedad de la situación, con más miedo que otra cosa, no tuvieron más remedio que interrumpir la cena del ingeniero, el cual esbozó una disculpa, se dirigió al lugar de la catástrofe, dio al llegar una vuelta completa a la piedra, y mientras abría la puerta trasera del vehículo que le había trasladado, dijo simplemente (con el mismo gesto que aquel que trasmite un mensaje institucional por televisión):

“Mañana no quiero ver esta piedra aquí”.

Os aseguro que en el momento de la inauguración no quedaba ni rastro de la piedra.

(otra cosa es, en el caso en el que estás pensando, lo que la piedra tal vez tenga que decir…..).

Salud y República,

EL ARRAEZ