Prensa Latina •  Internacional •  25/02/2023

Crece la fuga de capital en Israel por temor a la polémica reforma judicial de la extrema derecha

  • Un 20 por ciento de las compañías considera sacar su dinero de Israel o ya lo hizo por temor a las consecuencias de una polémica reforma judicial que impulsa el gobierno ultraderechista, reveló hoy el Canal 12.
Crece la fuga de capital en Israel por temor a la polémica reforma judicial de la extrema derecha

El medio noticioso divulgó una encuesta realizada por la firma Business Data Israel, proveedora de información comercial, a más de 900 empresas de diversos sectores presentes en este país.

Según el sondeo, casi el 60 por ciento de ellas reportó que sus ingresos se vieron afectados por el temor en los mercados y la debilidad de séquel (moneda local), lo cual encareció las importaciones y por tanto los precios en esta nación.

Precisamente, a finales de enero durante una reunión con el primer ministro Benjamin Netanyahu varios empresarios le advirtieron que eso pasaría.

Ya comenzó la fuga de capital, “todavía no es una escala dramática, pero nos preocupa que este sea el comienzo de la tendencia”, expresó entonces durante el encuentro el director ejecutivo de Bank Hapoalim, Dov Kotler.

El gobernador del Banco de Israel (entidad emisora), Amir Yaron, advirtió a los ministros hace dos días que podría estallar una crisis económica en cualquier momento por la reforma judicial, que asustó a inversores y empresarios.

“Puede comenzar un (efecto) de bola de nieve”, admitió la economista jefe del Ministerio de Finanzas, Shira Greenberg, durante una reunión del gabinete para abordar el tema, destacó el diario The Timese of Israel.

La reforma provocó un terremoto político en Israel, donde amplios sectores de la sociedad iniciaron movilizaciones y protestas en rechazo del plan, aunque el Gobierno encabezado por Benjamin Netanyahu continuó con su plan.

Según el proyecto presentado por el ministro de Justicia, Yariv Levin, la inciativa restringirían la capacidad del Tribunal Supremo para rechazar leyes debido a la llamada “cláusula de anulación”, que permitiría al Parlamento volver a legislar normativas impugnadas por ese órgano.

También le daría al Ejecutivo control total sobre la selección de jueces, evitaría que la corte use una prueba de razonabilidad para juzgar una legislación y las decisiones gubernamentales, y permitiría a los ministros designar a sus propios asesores legales.

Esta semana Jacob Frenkel, exjefe del Banco de Israel, también se sumó a la ola de críticas y alertó sobre las consecuencias negativas para la economía.

“Despierten antes de que el país se derrumbe” debido a esa irresponsable reforma, apuntó.

Más de 50 destacados economistas de universidades estadounidenses, incluidos 11 premios Nobel, criticaron también el plan.


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