EFE Verde •  Actualidad •  27/05/2023

Denuncian una nueva petición para otra macro mina de 1.287 hectáreas en el nordeste de Segovia

  • «Una minería de este tipo pone en riesgo nuestro patrimonio natural, etnográfico y cultural y nuestro modo de vida», afirma Marisa Moro, portavoz de la Plataforma.
Denuncian una nueva petición para otra macro mina de 1.287 hectáreas en el nordeste de Segovia

La Plataforma ciudadana contra la mina a cielo abierto en el Nordeste Segoviano presentará alegaciones al nuevo proyecto minero de Erimsa/Elkem en la comarca, una vez que la compañía gallega, de capital noruego y participada por el fondo estatal chino National Bluestar, ha solicitado 45 nuevas cuadrículas mineras (1.287 ha.) en los municipios de Sepúlveda (Duratón), Barbolla y Sotillo, para extraer anualmente 80.000 toneladas de cuarzo metalúrgico.

Lo explica la plataforma en un comunicado, una vez que se ha publicado el proyecto en el BOCYL y queda abierto el plazo de información pública y alegaciones. ERIMSA/Elkem tiene solicitado en el Nordeste de Segovia un primer proyecto minero que abarcaría una superficie de 2.785 ha., y ahora solicita este otro de casi 1.300 ha. más, con lo que los impactos al medio ambiente, a la salud y el patrimonio de esta zona se multiplicarán de forma exponencial, argumentan vecinos y agricultores integrados en la plataforma.

Este nuevo proyecto rodea varios yacimientos arqueológicos de gran importancia como Confloenta y se localiza junto a los ríos Duratón y Serrano. La ubicación escogida por Erimsa/Elkem es una zona con una incuestionable herencia cultural y arqueológica, con espacios naturales protegidos, flora y fauna vulnerable y unos habitantes cuya forma de vida basada en la agricultura, ganadería y turismo sostenible, se vería afectada para siempre.

«Una minería de este tipo pone en riesgo nuestro patrimonio natural, etnográfico y cultural y nuestro modo de vida», afirma Marisa Moro, portavoz de la Plataforma.

«Los propios informes de impacto ambiental del promotor son demoledores», prosigue Moro, «Se acepta el daño paisajístico, la destrucción de la vegetación, la huida o muerte de fauna, el aumento de ruidos y molestias, en aras de un hipotético empleo indirecto -y tan solo 6 empleos directos- y la obtención de materias primas que, además, ni siquiera se procesan aquí­. Esta mina traerá destrucción segura de muchos de los empleos de nuestras empresas dedicadas a naturaleza y turismo y el éxodo de ganaderos y agricultores a otras zonas».

Esta misma semana la Real Academia de Historia y Arte de San Quirce en Segovia ha expresado su rechazo al proyecto de gran mina a cielo abierto en esta zona de la provincia de Segovia, por los impactos que tendrá en la zona y para el desarrollo sostenible de los municipios afectados.

Desde la institución académica «considera imprescindible preservar los recursos ambientales amenazados por la explotación proyectada por ser fundamentales para posibilitar el desarrollo sostenible de esta parte de la provincia, que ha de estar basado en la buena praxis de las actividades agrícolas y ganaderas, así como en el fomento del turismo de naturaleza que permita dar a conocer la gran biodiversidad que alberga, contribuyendo a su conservación».


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