Redacción •  Actualidad •  13/05/2024

El hidrógeno verde no es suficiente para transformar la industria del acero

  • Ecologistas en Acción publica el informe ‘¡Hablemos del acero!’.
  • La producción de acero se ha incrementado diez veces desde 1950 y algunas estimaciones apuntan a que la demanda podría duplicarse de aquí a 2050.
  • La industria siderúrgica es responsable del 7 % de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) a nivel mundial aproximadamente.
  • Las emisiones de las industrias siderúrgicas y otras industrias pesadas tendrán que caer un 93 % para 2050 para mantener el calentamiento global por debajo de 1,5°C.
  • El cambio de ruta de producción del acero (pasando de la BF-BOF a la DRI-EAF) supone una reducción significativa de las emisiones de dióxido de carbono: de 1,9 toneladas por tonelada de acero producida a 0,4 toneladas.
El hidrógeno verde no es suficiente para transformar la industria del acero

El acero es una combinación de hierro y carbono a la que se pueden agregar otros elementos, que le aportan distintas características para diferentes usos. Algo que, a priori ,  Parece sencillo está presente de forma constante: puentes, edificios, aviones, coches, barcos, trenes, electrodomésticos, menaje de cocina, instalaciones de energías renovables, material quirúrgico… La dificultad de imaginar una vida sin acero lo convierte en un sector estratégico. No en vano, su producción se ha incrementado diez veces desde 1950 y algunas estimaciones apuntan a que la demanda podría duplicarse de aquí a 2050. 

Por otro lado, los impactos de la producción de acero son elevados, tanto en el plano medioambiental como social. La industria siderúrgica, que genera más de 6 millones de empleos en el mundo, es responsable, actualmente, del 7% de emisiones GEI a nivel mundial aproximadamente. Uno de los mayores impactos es la contaminación del aire, no solo por la emisión de dióxido de carbono, sino de otros gases (óxidos de nitrógeno, óxido de azufre), benceno y partículas. Las emisiones de las industrias siderúrgicas y otras industrias pesadas tendrán que caer un 93 % para 2050 para mantener el calentamiento global por debajo de 1,5°C. 

Para reducir las emisiones de la industria del acero se han desarrollado otras tecnologías que ya se están implementando. A pesar de que la ruta tradicional, –horno alto-horno de oxígeno básico (BF-BOF)– representa el 71 % de la producción de acer global, existe la alternativa de la ruta de reducción directa –horno de arco eléctrico (DRI- EAF)–, priorizada en las estrategias de descarbonización y que, en la actualidad, representa el 29 % de la producción global. Con el cambio de ruta se consiguen reducir las emisiones de dióxido de carbono, pasando de 1,9 toneladas por tonelada de acero producida a 0,4 toneladas. 

Sin embargo, un mero cambio de tecnología no es suficiente para encarar una transformación industrial en un sector que presenta bajas tasas de reciclaje y dificultades a la hora de implementar la circularidad del proceso. Asimismo, las soluciones basadas en el hidrógeno verde generan grandes impactos en los territorios, requieren inversiones en infraestructura muy elevadas y conllevan procesos más automatizados que, por lo tanto, requieren menos mano de obra.


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