María Puig Barrios •  Opinión •  21/05/2018

No hacemos voto de pobreza. Luchamos por una sociedad más igualitaria

 Si muchos luchamos y nos manifestamos a lo largo de nuestras vidas, fue para salir del atraso político, social, económico, cultural a los que nos tenían sometidos. Nunca hicimos voto de pobreza. Muy al contrario, defendíamos los derechos, el derecho al trabajo, al convenio colectivo, a salarios dignos, a las prestaciones, a las pensiones,  a la educación, a la salud, a la vivienda, a la cultura, y denunciábamos la opresión de la clase trabajadora por un sistema económico que buscaba, y busca, la acumulación por unos pocos de la riqueza que producimos entre todos, reduciendo los costes salariales y la no intervención del Estado en la economía, para poder hacer de nuestros derechos colectivos sus negocios particulares. Por lo tanto, teníamos muy claro, y seguimos teniendo muy claro, que luchábamos para vivir mejor, en una sociedad más justa e igualitaria en la que nuestros jóvenes de hoy tuvieran una buena educación y sanidad, públicas y gratuitas, trabajo y buenos salarios para que pudieran vivir, comprar una casa con el fruto de su trabajo y desarrollar libre y honestamente su proyecto de vida.  No hacemos voto de pobreza, señores voceros del sistema capitalista. Luchamos por una sociedad más justa, con más bienestar, con un reparto más justo de la riqueza, no con más pobreza.

 Y me indigna que genere tantos “telediarios” la compra de una casa por parte de una pareja de jóvenes diputados que inician una vida en común, tienen una buena formación, contratan una hipoteca a treinta años e irán pagando las cuotas a medias, con el fruto de su trabajo.

 Y me parece indignante porque los medios de información de esos “telediarios” son propiedad de los grandes bancos y las grandes empresas que reclaman reformas laborales para abaratar despidos, bajar salarios (con el inestimable apoyo del Partido Popular y Ciudadanos) o crear más precariedad  (con la  propuesta de Ciudadanos) y desahucian, todas las semanas, en todos los municipios españoles, a listas interminables de familias  que por el cambio de sus circunstancias laborales no han podido hacer frente a las hipotecas que, además, contienen cláusulas declaradas abusivas por el Tribunal Europeo. Es el colmo del cinismo.

 Y me parece insultante porque las viviendas públicas en alquiler en Madrid fueron vendidas por la alcaldesa, Ana Botella del PP, a un fondo buitre, con los inquilinos dentro. Me alegro de haber defendido en 1988 la primera Iniciativa Legislativa Popular del Estado Español que contemplaba el acceso a la propiedad de miles de familias canarias que pudieron acogerse y no se verán en esa situación. Fue una lucha dura de muchas movilizaciones. Los que después se creyeron las promesas del Consejero de Coalición Canaria, hoy en Nueva Canarias, no lo han logrado aún.

 Y me parece una falta de honestidad y ética política que el PP y el PSOE, con tramas graves de corrupción en los juzgados, no expliquen a los españoles que han hecho con el dinero público de todos y peor aún, pretendan tapar su corrupción, intentando equipararla con la compra de una vivienda con hipoteca a 30 años, con dinero personal ganado honestamente.

 A estas alturas de mi vida personal y política, estas manipulaciones contra políticos honestos que no se pliegan a las políticas económicas del capitalismo las he vivido tanto que me producen un  profundo rechazo.

 Por lo tanto, como votante de Unidos Podemos, daré mi voto a favor de que Pablo Iglesias e Irene Montero sigan desempeñando los cargos que tienen actualmente. Necesitamos  a muchos jóvenes honestos contra el envilecimiento político que estamos viviendo.

María Puig Barrios.

Ex-Concejal del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria

Defensora ILP vivienda Canarias


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