Jordi Escuer •  Opinión •  19/04/2022

Macron es la antesala del triunfo de la extrema derecha

Macron es la antesala del triunfo de la extrema derecha

La confrontación entre Emmanuel Macron y Marine Le Pen, tras la primera vuelta de las elecciones presidenciales en Francia, propiciará que muchas personas voten al primero para impedir que gane Le Pen en la segunda vuelta, el próximo 24 de abril. Sin embargo, son justamente las políticas de Macron, que acrecientan la desigualdad social y benefician a los ricos y a las grandes corporaciones, las que alimentan el crecimiento de la extrema derecha.

Otra vez surge el dilema de tener que apoyar a Macron para que no gane Le Pen, pero ¿va a resolver los problemas sociales Macron o los va a agravar? Muchos lo ven con acierto como el “presidente de los ricos”, y la extrema derecha está sabiendo aprovechar la ocasión.

EL RESULTADO PODÍA HABER SIDO DISTINTO

La primera pregunta es ¿cómo la izquierda ha concurrido separada? Desde el punto de vista del interés de la clase trabajadora había que concentrar el voto en Jean-Luc Mélenchon. Aunque ya nunca sabremos qué habría pasado, los votos de todos los partidos de la izquierda, 11.228.720, sumaban más que los recibidos por Macron (9.785.578) o Le Pen (8.136.369), o que los de la extrema derecha juntos, incluyendo a Zemmour (10.622.304). Por lo tanto, la izquierda hubiera podido pasar a la segunda vuelta. Se ha hecho el equivalente a tirar 3,5 millones de votos a la papelera. Y una confrontación en segunda vuelta entre Macron y Mélenchon —o entre Le Pen y Mélenchon— habría sido un acicate para la movilización enorme, y una oportunidad real de dar un vuelco a la izquierda.

Si se quiere ganar a la derecha, que tiene unos enormes medios a su disposición, la unidad se convierte en una cuestión crucial. Pero la unidad no sólo en el terreno electoral, sino en la movilización. No se trata de quitar hierro a las diferencias políticas, sino dar cauce democrático para luchar de forma unitaria, a la vez que se debaten libremente.

Pero la unidad no basta. ¿Por qué la extrema derecha gana voto de clase trabajadora en Francia? Porque la izquierda ha decepcionado. El Partido Socialista francés, que hace 10 años ganó las elecciones presidenciales con un 28,63% de los sufragios y las legislativas, con François Hollande al frente de la República, hoy no llega ni al 2%. ¿Qué hicieron cuando gobernaron? Defraudar a sus votantes. De hecho, Macron fue ministro de Hollande y muchos líderes socialistas apoyan al actual presidente en funciones.

Esos fracasos han alimentado el respaldo al Partido de Le Pen. Es significativo que la candidata de la extrema derecha haya defendido medidas como la jubilación a los 60 años, las 35 horas o la subida de los salarios (1). Medidas que, hoy por hoy, no encontraremos en Vox. Es evidente que se trata de un señuelo, que el programa reaccionario se mantiene intacto, pero Le Pen gana porque la izquierda ha defraudado cuando ha gobernado. La política de Hollande se pareció cada vez más a la de Sarkozy, su antecesor de derechas, con recortes (2) y con una política represiva contra los migrantes capitaneada por Manuel Valls al frente del ministerio del Interior, primero, y como primer ministro, después (3).

La abstención en estas elecciones ha sido de las más altas, y afecta especialmente a los jóvenes y a las rentas más bajas, como aquí. Es una dinámica general. Pero eso no quiere decir que los jóvenes no tengan inquietudes políticas, que sean “apolíticos”, lo que no se sienten es representados en las organizaciones principales de la izquierda. “Varios estudios de opinión confirman una “impresionante desafiliación política” de la juventud francesa: un análisis del Instituto Montaigne señalaba este mismo año que el 43% de los jóvenes (18 a 24 años) no se posiciona en la escala ideológica izquierda-derecha. Ahora bien, los datos también muestran que desafiliación no significa despolitización: el 72% se declara “comprometido” políticamente, según otro trabajo de la Fundación Jean-Jaurès. La nueva generación está muy implicada en movilizaciones colectivas sobre la emergencia climática, el racismo, la inmigración, las cuestiones LGBT, el feminismo o la causa animal. Sin embargo, la oferta actual de los políticos no acaba de seducirles” (4).

ELEGIR ENTRE LO MALO Y LO PEOR

Alberto Arregui escribía sobre las anteriores elecciones presidenciales, que se presentaron en los mismos términos con una segunda vuelta entre Macron y Le Pen, en un artículo que conserva toda su vigencia y que merece la pena volver a leer. Escribía: “La derecha es la pista de despegue del Frente Nacional, alimentando la desigualdad social, la xenofobia, el racismo y nacionalismo más rancio de la grandeur. Negamos la mayor: Macron no frenará a Le Pen, al contrario, es la antesala del triunfo de la extrema derecha, y eso debemos decirlo desde hoy, en voz muy alta: ¡Solo un frente unido de la izquierda puede frenar a Le Pen y a la derecha!” (5). Hoy Le Pen es más fuerte y tiene más posibilidades de ganar, dando la razón al análisis de Alberto.

“La izquierda —proseguía— debe proclamar claramente que ni un solo voto debe ir a la filo fascista Le Pen, pero cometería un error si pide el voto al representante del capital, Monsieur Macron, pues sería crear una falsa ilusión”.

“La opción entre “En Marcha” y “Frente Nacional”, es una división entre la derecha, una discusión de cuál es la mejor manera de mantener la sociedad injusta en la que vive el pueblo francés. Pedir el voto a Macron sería mentir a la gente, decirles que debemos apoyarles porque son “mejores”, y eso es una falsedad, son los mismos perros con distintos collares. Sería lo mismo que decir que Rivera, o Aznar, son mejores que Rajoy, o que Cifuentes resolverá los problemas que creó Esperanza Aguirre, simples mentiras, un espejismo. La verdad es muy concreta, las diferencias entre la política de Macron y Le Pen, sólo son de “cantidad”, pero el fondo, capitalista, racista, xenófobo, nacionalista y belicista, es el mismo. No podemos aceptar ninguna responsabilidad por la política que aplicará la burguesía francesa en la próxima etapa de gobierno”.

“La responsabilidad de la izquierda es explicar que son dos flancos del mismo enemigo al que nos debemos enfrentar, y que debemos formar la fuerza capaz de expresar en su organización y en su programa las aspiraciones de la clase trabajadora, de la juventud, de la mujer, de las personas migrantes, para transformar Francia, para transformar Europa, y en esa batalla deberemos derrotar todo lo que representan Macron y Le Pen”.

“La consigna de la Francia Insumisa debe hoy resonar de nuevo, allí y en toda Europa: ¡No nos rendiremos! (On lâche rien)”

LOS RESULTADOS DESDE NUESTRA PERSPECTIVA

Ante los resultados franceses, es muy común señalar que debe establecerse un “cordón sanitario frente a la extrema derecha” en el Reino de España, que justificaría apoyar al PP para evitar que tenga que ser respaldado por Vox. Pero, ¿el PP es mejor que Vox? No hace nada estaban todos en el mismo partido, el PP. Obviamente, tienen sus diferencias en algunos temas (la UE o el Estado autonómico), pero ninguna fundamental, como estamos viendo en el acuerdo de Castilla y León.

Son las desigualdades sociales crecientes, el desempleo crónico, el empeoramiento de las condiciones de vida y la degradación de los servicios públicos, mientras una minoría se hace cada vez más rica, lo que alimenta a la extrema derecha. Frente al europeísmo de las grandes corporaciones, la extrema derecha explota la desesperación de muchas personas, también de clase trabajadora, por las dificultades cada vez mayores para vivir, y alimenta el nacionalismo más rancio. Es otro callejón sin salida. Hace falta otra Europa y hace falta otra sociedad, el problema se llama capitalismo y ni uno europeísta ni uno nacional son la solución.
Ahora la izquierda está gobernando y hay que preguntarse, desde la perspectiva concreta de la inmensa mayoría de la gente, si la sociedad está cambiando a mejor.

En marzo, el Ingreso Mínimo Vital ha llegado a un millón de personas, pero la realidad es que hay 6 millones en situación de pobreza severa (6). Ocho de cada diez personas que lo necesitarían no reciben el IMV ni lo recibirán con la actual política del Gobierno. No cabe duda de que con la derecha sería peor, pero eso no convencerá a ninguna de esas personas de que merece la pena votar a la izquierda o formar parte de ella.

No cabe duda de que ha sido un paso adelante subir el Salario Mínimo a 1.000 euros, pero según la consultora Ksnet, en Barcelona el salario mínimo necesario para vivir en 2021 era de 1.435 euros (7). No será muy distinto en Madrid, y en algunas de las grandes capitales. El precio del alquiler medio, según datos oficiales, es de 674 euros mensuales, 819 euros en Madrid y 769 en Barcelona (8). Eso son datos oficiales, pues en otros portales las cifras son mayores. Y a eso se suma la inflación rampante, que devora el poder adquisitivo, especialmente de los más débiles.

No se trata de negar los avances, por modestos que sean, pero el actual gobierno sólo pone tiritas sin evitar que la situación de la mayoría de la clase trabajadora empeore, como pone de relieve el informe Foessa último que tanto ha disgustado a la derecha (9). Entre 2018 y el presente, las personas en situación de exclusión social han aumentado. La exclusión severa ha pasado de 4 a 6 millones y el porcentaje de personas plenamente integradas en la sociedad ha caído del 51% al 42%. A pesar de que con la derecha sería peor, la realidad es que la mayoría hoy vive en peores condiciones que hace tres años.

No se trata de reducir la miseria, sino de acabar con ella, decía Mélenchon en uno de sus mítines, citando a Víctor Hugo (10). No es casual que sea La Francia Insumisa la que esté concitando más apoyo. UP debe poner el énfasis en la alternativa para acabar con la miseria, poner la prioridad en construir desde la base un gran movimiento político y social, con un programa y unos métodos democráticos, unitario pero con plena libertad de crítica. Ese es el camino para frenar a la derecha. No hay otro “cordón sanitario” posible ante el auge de la extrema derecha.

RESULTADOS DE LA PRIMERA VUELTA DE LAS ELECCIONES PRESIDENCIALES

(*) Jordi Escuer es miembro de la Coordinadora Regional de IU Madrid. Artículo publicado originalmente en porelsocialismo.net

NOTAS

(1) https://www.libremercado.com/2017-02-13/jubilacion-a-los-60-jornada-de-35-horas-y-romper-el-euro-le-pen-promete-lo-que-iglesias-no-se-atreve-1276592574/

(2) https://www.elperiodico.com/es/internacional/20140114/hollande-anuncia-reformas-para-devolver-francia-fuerza-economica-3009889

(3) https://www.20minutos.es/noticia/2101107/0/manuel-valls-perfil/primer-ministro-francia/inmigracion-hollande/

(4) https://www.eldiario.es/internacional/abstencion-gran-enemigo-macron-presidenciales_1_8878667.html

(5) https://porelsocialismo.net/le-pen-la-cara-oscura-de-macron/

(6) https://www.eldiario.es/economia/aumentan-ingreso-minimo-vital-junio-guerra-ucrania_1_8873879.html#millon
https://www.infolibre.es/politica/directores-servicios-sociales-denuncian-ingreso-minimo-llega-9-poblacion-umbral-pobreza_1_1219939.html

(7) Citado en el artículo “Incapacidad adquisitiva”, de Ariadna Trillas, en el número 101 de Alternativas Económicas.

(8) https://www.epdata.es/datos/precios-alquiler-ccaa-provincias-ministerio-fomento-graficos/453/espana/106

 

Fuente: https://www.mundoobrero.es/pl.php?id=13312


Opinión /