María Carla González •  Opinión •  17/11/2017

¿Qué esperar de Carlos Trujillo, nuevo Embajador norteamericano ante la OEA?

¿Qué esperar de Carlos Trujillo, nuevo Embajador norteamericano ante la OEA?
El nombramiento del legislador estadual por la Florida, Carlos Trujillo, como Embajador de Estados Unidos ante la OEA ha causado relativo entusiasmo y muchas dudas, en la comunidad cubana en Miami.
Para unos pocos, el traslado de Trujillo a Washington representa alcanzar una posición ventajosa para dar continuidad a los planes contra Venezuela, Cuba y demás Gobiernos progresistas del Continente. Ahora Luis Almagro, Secretario General de la OEA tendrá a su lado a un Embajador de origen cubano para actuar de conjunto contra estos países.
Es conocido que el Sr. Trujillo certifica los planes de Almagro de aislar a Venezuela y Cuba, y demás Gobiernos de la llamada izquierda “Populista” como Bolivia y Nicaragua.
En el caso cubano utilizarán en primera línea a Rosa María Payá, y sus proyectos fracasados – Cuba Decide y REDLAC- apoyada por un grupo de políticos latinoamericanos, que califican como extremistas, junto al fascista José María Aznar, de España.
Forma parte de los planes de la extrema derecha regional, dirigida por la actual administración norteamericana quebrantar todos los procesos integracionistas del Continente como el ALBA, la CELAC, PETROCARIBE y hasta CARICOM.
La ahijada preferida de Almagro, Rosa María Payá, hizo suyas esta sentencia del Secretario en un evento celebrado en Miami ante una audiencia conformada por sus compinches expresidentes latinoamericanos y sus asistentes.
Sin embargo, de todos es conocido – menos por Almagro – que su punta de lanza, Rosa María, carece de seguidores en Cuba y en el extranjero, y los grupos del exilio y de la “oposición interna” no le ven el carisma y las cualidades que requiere una figura para ser considerada como líder.
En tanto, Cuba es hoy un enemigo fuerte, unido y atrincherado, como en sus buenos tiempos, gracias a la vieja…digo, nueva política anunciada por la Administración Donald Trump-Marco Rubio.
Se les hace también difícil derrotar a Nicolás Maduro y mucho más al chavismo, habida cuenta de los recientes logros electorales del líder venezolano (ANC y Gobernaturas), acompañados del creciente deterioro de la oposición, que conllevó a la desaparición de la MUD; coalición antichavista en la cual tenían puestas sus sifrinas esperanzas.
Así las cosas y perdida la batalla democrática, aspiran a que la pelea sea guarimbeando (a pesar de sus fracasos históricos) en las calles donde reside la oligarquía venezolana, porque saben que el chavismo goza del apoyo mayoritario en los sectores populares.
La mayoría de los miembros de la comunidad miamense, incluso aquellos que utilizan a la política anticubana como negocio, consideran que Trujillo no sabe nada de su país de origen, pues es cubano por accidente y mucho menos conoce de Venezuela. Tampoco es diplomático de ahí que su estancia en el Departamento de Estado será la mínima (3 años), la que utilizará para alcanzar su meta más ambiciosa; que son los Comités de Relaciones Exteriores o Inteligencia de la Cámara o el Senado. Su gran sueño es ser Legislador Federal, su cargo de Embajador es una etapa de un recorrido más largo.
En fin, que los exiliados que tienen bien puestos los pies sobre la tierra, no esperan mucho del chispeante nuevo embajador y mucho menos de Almagro y Rosa María. Cualquier inversión o apoyo a este trío será perder tiempo y dinero.
 

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