Lois Pérez Leira •  Opinión •  03/08/2016

Un maremoto para Galicia

Dos acontecimientos en esta semana, son una buena señal para pensar que la Marea o la alternativa electoral contra la derecha en Galicia, comience a dar sus primero pasos, en buena dirección. Por un lado la  asamblea constituyente de Vigo, donde Xosé Manuel Beiras como era de esperar,  fue la figura central de la misma, integrando la comisión gestora. Por otro lado el resultado  de las elecciones internas de Podemos Galicia, que por un amplio margen los inscriptos, apoyó la confluencia en una alianza instrumental.

Los aplausos a la intervención de Beiras, durante la constituyente, indicaron claramente que sigue siendo el líder natural de este espacio y el único posible candidato de enfrentarse con éxito frente a Rodríguez Feijoo. Con las elecciones ya convocadas sería un suicidio político intentar experimentar o inventar lo que ya está inventado. Solo cabe de conceso acordar la candidatura a Presidente del líder de la izquierda galega y como vicepresidenta, la otra pata necesaria de este acuerdo electoral, la líder de Podemos Carmen Santos.

Este edificio político está basado en estas dos columnas centrales Beiras y Podemos. Estas son las dos marcas que representan a las dos grandes sensibilidades políticas: La izquierda nacional y la izquierda rupturista estatal. Por otro lado la decisión mayoritaria de las bases de Podemos de apoyar esta confluencia, fue un verdadero éxito de Carmen Santos, que pudo pilotear con mucha cintura política la situación interna. Lo cuadros medios de esta organización, unos días antes, se habían opuesto a la tesis de su secretaria general, en una actitud carente de sentido, que demuestra  la falta de formación política de sus cuadros. Mientras que el sector “Critico Oficial” aunque estaba por la confluencia, carece de autoridad moral y representatividad ante las bases de Podemos, por la forma de cómo fueron elegidos como diputados o senadores.

Feijoo ya ha tomado la iniciativa fijando la fecha,  y el proceso electoral ya está en marcha. Los residentes gallegos en el exterior están en término para solicitar su voto rogado y faltan pocos días para legalizar y presentar las candidaturas.

Solamente una rápida actitud de los actores políticos de este proceso, intentando democratizar la confluencia, definiendo un programa ilusionador y transformador  en clave galega y  la elección de candidatos representativos de nuestra sociedad, pueden generar el maremoto de votos, que desplace para siempre al caciquismos y a la derecha rancia. Galicia necesita empezar un proceso constituyente, que defienda sus derechos nacionales y sociales.


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