Residencias para ancianos libre de sujeciones: un nuevo paradigma ventajoso

Diversas residencias llevan algunos años implementando diversos planes para erradicar las sujeciones y el uso de barandillas sin menoscabo de la dignidad y para mejorar la calidad de vida de los residentes. Y es que, a pesar de lo que pueda parecer, éstas pueden suponer un grave problema y provocar serias complicaciones psicológicas en las personas mayores.

¿Qué son las residencias de ancianos libre de sujeciones?

Las residencias de ancianos sin sujecciones son aquellas en las cuales no se utiliza ninguna restricción física. Esto se define como la limitación de la libertad de movimiento, el ejercicio físico o el acceso de una persona a todas las partes de su cuerpo. Es decir, son viviendas para personas mayores que no usan un medio físico externo para someter físicamente a la incapacidad de movimientos del anciano.

Dado que las restricciones físicas tienen efectos negativos sobre la independencia y la dignidad de la persona, se pretende evitar su uso en el cuidado de los ancianos, tanto física como psicológicamente, ya que ocasionan estos problemas:

• Disminución de la capacidad cognitiva
• Pérdida de funcionalidad corporal
• Pérdida del control de los esfínteres
• Disminución de la integridad
• Pérdida de apetito y consecuente posibilidad de desnutrición
• Fallecimiento repentino o muerte por asfixia
• Dolor psicológico experimentado por el anciano.

Beneficios de las residencias de ancianos libre de sujeciones

Este nuevo modelo de cuidados para ancianos el cual se encuentra centrado en la persona se utiliza para enmarcar la eliminación de las limitaciones de toda naturaleza y los residentes se benefician enormemente de ello por cuanto significa:

• Una reducción de los problemas ligados al comportamiento agresivo del anciano. Sin restricciones, la persona tiende a actuar con menos cólera porque no se siente tan amenazada.
• Una limitación de varias emociones malas o negativas, como la pena o la confusión porque no se restringen sus libertades elementales.
• Las personas mayores tienen menos riesgo de sufrir caídas graves.
• Una menor probabilidad de sufrir escaras. Es decir, lesiones que son úlceras y que se desarrollan en la piel o en los tejidos internos cuando una persona mayor pasa un periodo prolongado en la misma posición.
• Menos casos de trastornos como la sarcopenia que debilita a quienes la padecen y, en consecuencia, aumenta su nivel de dependencia, así como una menor pérdida de masa muscular.
• Las mejoras en la salud y en el plano físico que conlleva la eliminación de las sujeciones son notables. Esto se traduce en menos caídas, contracturas, úlceras, niveles de atrofia muscular y debilidad general, además de menores riesgos de traumatismos en la piel y los músculos.
• Tampoco hay que olvidar el plano emocional, en el que se observa una disminución de la agitación, la apatía, la ansiedad, la confusión, la depresión o la ira.

Ventajas para los profesionales que laboran en los centros de ancianos

El uso de sujeciones en los centros de ancianos impide que los profesionales desarrollen los conocimientos y la experiencia necesarios para manejar los obstáculos que ofrecen las personas mayores. Esto inhibe su capacidad para manejar situaciones difíciles.

Este nuevo método de trabajo aumenta su compasión por los ancianos, su motivación para cuidarlos y su compromiso con su bienestar. También incrementa la confianza de las familias que son conscientes de los riesgos controlados en un entorno adecuado y seguro con cuidados garantizados.

La supresión de las sujeciones requiere que el personal de cada centro trabaje de forma disciplinada, recibiendo formación en áreas como el manejo de las modificaciones de conducta y aprendiendo a prevenir las conductas que pueden desarrollar los residentes con enfermedades cognitivas específicas, por ejemplo.

En conclusión, las nuevas líneas de investigación han demostrado que la eliminación de las sujeciones puede ser muy beneficiosa, a pesar de que se trata de un cambio de paradigmas que puede ser difícil de aceptar.