Las pymes y su lenta transformación digital
Generalizar está muy feo, y las siglas pyme engloban a empresas de muy diferente pelaje: una pyme es, por supuesto, el pequeño comercio de barrio con apenas dos o tres personas empleadas. También lo es la empresa de mensajería que reparte por toda la comunidad y tiene unas 50 personas en plantilla. Tanto una como otra, y también esas personas que están registradas como autónomas y que dirigen su propio negocio, están muy lejos de alcanzar las cotas de digitalización que se ven en otros países.
Las pymes, un proceso lento de adapción al entorno digital
Los datos de un estudio de Vodafone de este año, realizado sobre la base de más de 7 mil pequeñas empresas y personas autónomas son demoledores: solo un 54% de quienes participaron en ella han afirmado contar con una web para su negocio.
Si seguimos con cifras poco alentadoras, solo el 57% tienen dominio propio y e-mail ligado a él. Este último punto sorprende casi más que el de que la mitad de las pymes no tengan página web corporativa; poseer un nombre de dominio empresarial y sus cuentas de correo correspondientes es imprescindible. Además del control total sobre las comunicaciones, es básico para que nuestra empresa sea percibida como seria y profesional. ¿O qué imagen crees que da escribir desde una cuenta de Gmail o Yahoo?
Las reticencias a pasarse a la venta online
Más sorprendente aún es el bajo porcentaje de empresas que venden online, frente al dato de que el 74% de los internautas compran por esta vía según el estudio anual de ecommerce 2016 de IAB. Y esto a pesar de que en el 2015 aumentó la facturación de la venta online un 27% frente al año anterior y todo son alharacas y «épocas doradas» del ecommerce español. A esto hay que sumar que más de la mitad de las pymes no analiza el tráfico de su web ni ha tenido en cuenta su optimización para dispositivos móviles.
Otro interesante documento en torno a esta temática, el estudio de eBay Las pymes españolas en el ámbito online, señala claramente qué barreras encuentran las pymes para lanzarse al ecommerce:
- Dificultad logística (19,5%).
- Falta de inversión para arrancar (14,5%) .
- Dificultad con la atención al cliente (13,8%).
Seguro que más de una se animaría a invertir viendo las ventajas del ecommerce:
- Tu público se amplía: ya es posible la venta a personas de todo el mundo y de todos los mercados.
- Puedes utilizar edios de pago flexibles y cómodos para todos los intervinientes.
- La reducción de costes de logística es real: piensa en todos los elementos offline que no necesitarás.
- Facilidad e inmediatez: tu cierra estará abierta las 24 horas.
Las redes sociales aún no son el principal canal de atención al cliente
Teniendo en cuenta la alta penetración de las redes sociales en España, no es de extrañar que un 7 de cada 10 de las pymes o autónomos/as tengan presencia en ellas. Se decantan, principalmente, por Facebook y, el objetivo, en la línea de la web, es un difuso «dar a conocer mi negocio» junto a un «promocionar mis productos».
Es decir, apenas el 42% utiliza estos canales para la atención al cliente, y un cuarto de quienes las usa, los actualizan diariamente.
Para las grandes marcas, está claro que las redes sociales son ya el canal de atención al cliente por excelencia. Para las pymes, a pesar de este aparente amor por el Social Media aún queda mucho camino por andar: de momento, las utilizan sobre todo como un canal de comunicación, y en muchas ocasiones obviando la bidireccional.
La transformación digital como una oportunidad
Más del 90% de las empresas españolas son pymes: su puesta al día queda claro que es vital para la economía y para su propia supervivencia. Para dar un paso adelante hacia la digitalización es necesario no perder de vista a la competencia y, al mismo tiempo, tener muy en cuenta qué quiere nuestro público objetivo.
Si vendes productos, está claro que necesitas una tienda online; pero, ¿qué pasa si lo tuyo son servicios? ¿Solo te mereces una web estática? Trabajar en la nube, apostar por el CRM y, en definitiva, pasarte a la tecnología es imprescindible. Del mismo modo lo es el compartir tus conocimientos, posicionarte como experto/a y aportar valor a las personas. Integrar en la estrategia online un buen plan de contenidos o acciones en redes sociales es importante para sumar lo online a nuestro negocio.