Redacción •  Memoria Histórica •  26/12/2018

‘Stolpersteine’: «es un reconocimiento internacional de la vinculación entre el nazismo y el fascismo español»

  • El Ayuntamiento de Madrid sigue los pasos de Navas (Barcelona), Mallorca y Menorca e instalará en la ciudad las Stolpersteine, pequeñas piedras que se ponen en el suelo en recuerdo a las personas que sufrieron el horror de los campos de concentración nazis. El Consistorio ha anunciado la colocación, en un primer momento, de una decena de estas piedras aunque la idea es poder colocar una de estas stolpersteine por cada uno de las 449  madrileños que pasaron por los campos de concentración nazis (cuatro mujeres y 445 hombres).
  • El proyecto, iniciado en Kreuzberg (Berlín) en 1997, está presente en más de 24 países, se había instalado en España anteriormente, pero tras la colocación de 20 placas en Mallorca reconoció por primera vez a las víctimas del franquismo
‘Stolpersteine’: «es un reconocimiento internacional de la vinculación entre el nazismo y el fascismo español»

El Pleno municipal del Ayuntamiento de Madrid del pasado 27 de febrero homenajeó a los republicanos madrileños, 445 hombres y cuatro mujeres, que fueron deportados a los campos de concentración nazis entre 1939 y 1945. Los ediles leyeron sus 449 nombres, en voz alta y con una música de fondo solemne, ante la presencia de familiares y representantes de distintos colectivos de víctimas del nazismo, la comunidad gitana, el colectivo LGTB, asociaciones de memoria histórica y la asociación Amical Mauthausen. Entre los nombres leídos, muchos de ellos desconocidos, estaba el de Francisco Largo Caballero, el que fuera presidente del Gobierno de la II República, y que acabó en el campo de concentración de Sachsenhausen.

El Pleno de Cibeles cumplía así con una proposición aprobada en la sesión plenaria anterior del 31 de enero, presentada por el PSOE y respaldada por todos los grupos. Pero el homenaje a los deportados a campos de concentración nazi no se va a quedar ahí. Madrid se suma a la implantación de las placas ‘Stolpersteine’, una de las iniciativas memoriales más destacadas y difundidas en Europa para homenajear a las víctimas internadas en los campos nazis.

Maria Antònia Oliver, presidenta de la Associació Memòria de Mallorca, definió hace unos días la colocación de las ‘Stolpersteine’ («Una piedra en el camino que puede hacer tropezar», en castellano) como «un reconocimiento internacional de la vinculación entre el nazismo y el fascismo español. El artista ha visto la relación directa entre la Alemania nazi y la España franquista». Cerca de 1.800 localidades europeas ya habián rescatado del olvido los nombres de sus vecinos represaliados por los campos de concentración nazis, pero en España la iniciativa no existía hasta que se instauró en el municipio de Navas (Barcelona) en el año 2015. Desde entonces se ha instalado en algo más de un centenar de estas piedras a lo largo de todo el país, pero con un significado propio, en homenaje a víctimas del fascimo español, de la dictadura franquista.

«Las piedras que instalo son para rememorar a las víctimas y he puesto muchas por toda Europa. Me entristece que sean tantas, pero también es emotivo poder recuperar sus nombres y su memoria». Es la reflexión de su precursor, el artista Günter Deming que ha repartido más de 70 mil placas de 10×10 centímetros por las calles de más de 24 países con el fin de recordar a las víctimas del régimen nazi y, desde ahora, también a las del franquismo. Estás últimas de color plateado en lugar de dorado. En una de las caras cuadradas, se inserta una placa de bronce en la que se graban los datos de la vida de una persona, como son su nombre, su fecha de nacimiento, la fecha de deportación o su fecha de su asesinato. Estos pequeños adoquines de 10X9,6X9,6 cms. se colocan en lugares que mantienen vinculación con la víctima: por ejemplo, en la casa donde vivió o en el edificio donde trabajó, se ahí que se empiecen con frases como “Aquí vivió”.

“La ciudad de Madrid tiene una deuda pendiente con su Historia y con un gran número de sus vecinos. La hegemonía ideológica que, durante casi treinta y seis años, dominó España, ocultó interesadamente los sufrimientos que padecieron miles de madrileños, y de otras zonas del Estado”, señalan fuentes del Ayuntamiento de Madrid.

El Ayuntamiento de Madrid prevé colocar una decena inicialmente que se completará con la totalidad de vecinos de la capital que murieron en los campos de concentración nazis: las cuatro mujeres y los 445 hombres. Recogidos en el “Libro Memorial. Españoles deportados a los campos nazis” (1940-1945), editado por el Ministerio de Cultura en 2006, estos nombres figurarán ahora en el pavimento madrileño. El Gobierno de Manuela Carmena subraya que Madrid “tiene una deuda pendiente con su historia y con un gran número de sus vecinos” y considera que la “hegemonía ideológica” del franquismo “ocultó interesadamente los sufrimientos que padecieron miles de madrileños”, mientras que la democracia “no supuso ningún impulso” al conocimiento y divulgación de las biografías de esas personas. Se recuerda así a los deportados a campos de concentración como Treblinka, Theresienstadt, Sobibor, Sachsenhausen, Ravensbrück, Mauthausen, Neuengamme, Lodz, Gurs, Drancy, Dachau, Chelmno, Buchenwald, Bergen-Belsen o Auschwitz. Sin embargo, no parece que existan referencias a quienes padecieron todo tipo de torturas y humillaciones en cárceles y en los olvidados campos de concentración de la dictadura instalados en diversos lugares de España.

Desde el Foro por la Memoria de Madrid celebran la iniciativa, pero recuerdan a la alcaldesa que aún no se ha hecho realidad el prometido monumento a los madrileños deportados a los campos nazis.


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