El gobierno decreta el estado de alarma en Madrid para frenar la pandemia

Madrid está oficialmente en Estado de Alarma. Tras el desencuentro entre el ejecutivo autonómico presidido por Isabel Díaz Ayuso, el gobierno central ha decretado, tras celebrar un Consejo de Ministros extraordinario este estado excepcional en la Comunidad de Madrid para contener la pandemia del nuevo coronavirus, causante de la COVID-19.

De acuerdo con las declaraciones de Sánchez, el estado de alarma tendrá una duración de 15 días, para “proteger la salud pública” y puede ser prorrogado tan solo si obtiene el respaldo de la mayoría del Congreso de los diputados.

La decisión llega tras el rechazo por parte del Tribunal Superior de Justicia de Madrid de la resolución del Ministerio de Sanidad que establecía el cierre perimetral de Madrid y de otros grandes municipios de la región, acordado el pasado 22 de septiembre con el gobierno regional, antes de que la presidenta Ayuso se desdijese y rechazase el propio acuerdo alcanzado.

El Gobierno habría advertido a la presidenta de la Comunidad de Madrid del establecimiento del estado de alarma si no establecía los requerimientos legales para mantener la medida antes de las 12:00 del mediodía, con el riesgo de una marcha masiva de la población antes del puente del 12 de octubre, con la consiguiente expansión de los contagios.

Sin embargo, la titubeante respuesta del ejecutivo autonómico consistió en una comparecencia del consejero de Sanidad, Enrique Ruíz Escudero, planteando regresar a los confinamientos selectivos de los barrios populares de la ciudad más afectados por la enfermedad. A las 12:25, el gobierno de Sánchez se vió obligado a establecer el estado de alarma.

Los ciudadanos madrileños llevan al menos tres semanas asistiendo a un enfrentamiento político sin precedentes en medio de una pandemia que tiene a Madrid como epicentro europeo. La presidenta Isabel Díaz Ayuso, que se ha posicionado durante toda la crisis sanitaria como detractora de cualquier medida del gobierno, ha incrementado su nivel de hostilidad en las últimas semanas, tras una aparente tregua entre las dos administraciones.

A pesar de ser la región con mayor número crecimiento de la pandemia en Europa, Madrid continúa sin desplegar medidas para hacer frente a la crisis. La política de confrontación y desgaste del gobierno de Ayuso contra Sánchez se ha visto como un pulso electoralista, en un ciudad con más de 700 casos de COVID-19 por 100.000 habitantes.

La confrontación no solo ha llevado a la población a una situación de desprotección e incertidumbre. A pesar del empeño del gobierno de coalición de Ciudadanos y el Partido Popular en Madrid por aparentar fortaleza y unidad, el hecho es que la administración regional vive una crisis política sin precedentes, puesta de manifiesto en las sucesivas dimisiones en el gobierno. La última, la del consejero de Políticas Sociales Alberto Reyero, que se opuso a la línea establecida por el gobierno autonómico en las residencias de ancianos que condujeron, durante la primera ola de la pandemia, a la muerte de más de 5000 residentes por COVID-19.