Redacción •  Actualidad •  09/10/2016

TTIP, el tratado internacional más oscuro de la historia, queda al descubierto en Jerez

Los expertos que participaron ayer en la mesa redonda celebrada en el Centro Social La Granja destacaron los efectos perniciosos que estos tratados tendrán para la ciudadanía. Sol Sánchez: “Aunque las multinacionales tienen diferentes banderas nacionales, todas deberían llevar la misma, la bandera pirata, ya que todos sus beneficios los llevan a paraísos fiscales”

TTIP, el tratado internacional más oscuro de la historia, queda al descubierto en Jerez

Los ciudadanos que asistieron ayer a la mesa redonda celebrada en el Centro Social La Granja pudieron conocer, de mano de expertos en la materia, las graves consecuencias que traen aparejadas la firma de los Tratados Internacionales de Libre Comercio, TTIP y CETA. El acto, moderado por Isabel Almagro, portavoz provincial de Unidad Popular, contó con la participación de Sol Sánchez, miembro de ATTAC España y diputada electa en las pasadas elecciones generales del 20D por la coalición formada por IU y Unidad Popular, David Cifredo, presidente de FACUA Cádiz, y Pedro Castilla, militante de Podemos Cádiz.

Con exposiciones muy didácticas e ilustrativas, los ponentes abordaron el asunto desde distintas perspectivas, siempre de manera cercana a los asistentes y usando multitud de ejemplos de cómo estos tratados afectarán de manera muy directa a sus vidas cotidianas.

Así, desde FACUA se analizó el tema desde el punto de vista del consumidor, explicando claramente lo desprotegidos que quedarán los consumidores una vez se hagan efectivas las firmas de los tratados, ya que estos permitirán que las multinacionales no estén sujetas a la legislación vigente en la materia, y que sean tribunales privados de arbitrajes los que tengan que dirimir las diferencias entre los intereses de las multinacionales y la de los ciudadanos, representados por sus estados. Como ejemplo, Cifredo hizo referencia al hecho de que la normativa europea obliga a las empresas a demostrar, antes de que puedan salir a la venta, que sus productos no son perjudiciales ni ponen en riesgo la salud de los consumidores, pero que una vez entren en vigor el TTIP, éstas dispondrán de total libertad para comercializar cualquier artículo, correspondiéndole al Estado demostrar que son perjudiciales a posteriori, tal y como contempla la normativa norteamericana.

Por su parte, Pedro Castilla planteó su exposición desde una perspectiva geoestratégica, analizando los distintos actores del comercio mundial y las variaciones que en la historia reciente se han ido produciendo con respecto a la ostentación de la hegemonía comercial global. En este sentido, quiso destacar la importancia que a este respecto supone la irrupción en el mercado mundial de las empresas chinas, las cuales han superado a las occidentales en cuanto al volumen total de transacciones comerciales.

El acto lo cerró la portavoz nacional de Unidad Popular, Sol Sánchez, que abordó la realidad de los tratados internacionales de una manera integral, comenzando por la evolución histórica de los mismos a partir de la segunda guerra mundial, para posteriormente entrar en detalle en lo que es el TTIP, al que describió como el tratado internacional más oscuro de la historia, haciendo referencia al restrictivo acceso que a los mismos tienen los propios parlamentarios europeos, a los que cuando entran en la sala donde se custodia el documento, de más de 2000 páginas por cierto, se les prohíbe portar sus propios móviles o bolígrafos, además de tan sólo poder acceder a información parcial del mismo.

Durante su intervención, Sánchez analizó las distintas consecuencias que llevan aparejadas estos tratados, tanto con respecto a los derechos sociales y laborales, como su incidencia en el sistema educativo, en la soberanía alimentaria o en la subsistencia de las pequeñas empresas locales, haciendo especial hincapié en los servicios públicos, los cuales se verán gravemente atacados en favor de una privatización masiva de los mismos, existiendo incluso una cláusula, denominada “trinquete”, que impedirá que éstos vuelvan a ser públicos a pesar de que se demuestre fehacientemente la incapacidad de la empresa privada para su gestión.


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