Redacción •  Actualidad •  04/07/2022

El Consejo de Transparencia mantiene silencio ante la solicitud de PACMA de revelar cuántas granjas cinegéticas hay en realidad en España

  • Las noticias sobre «plagas de jabalíes» vuelven a poner en el punto de mira la inexistencia de datos públicos sobre el número de granjas cinegéticas autorizadas en España.
  • PACMA argumenta que estos animales se crían en cautividad y se importan desde otros países para repoblar cotos de caza de todo el país.
El Consejo de Transparencia mantiene silencio ante la solicitud de PACMA de revelar cuántas granjas cinegéticas hay en realidad en España

Madrid, 04 de julio de 2022 – «Los jabalíes ni son una plaga ni hay que convertirlos en una«. Son las contundentes palabras del presidente del Partido Animalista PACMA, Javier Luna, ante las noticias alarmistas que, en sus palabras, contribuyen a generar desprecio por estos animales. En agosto del 2021, hace casi un año, PACMA solicitó ante el Consejo de Transparencia y Buen Gobierno explicaciones ante el silencio administrativo del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) sobre una pregunta muy directa y específica: ¿cuántas granjas cinegéticas existen en España?

Ni el MAPA ni el Consejo de Transparencia han dado una respuesta hasta ahora. El Real Decreto 479/2004, de 26 de marzo, por el que se establece y regula el Registro General de Explotaciones Ganaderas, determina que este registro “tendrá carácter público e informativo y se constituirá en una base de datos informatizada”. Sin embargo, no existe en la actualidad ningún acceso público al mismo.

«Sabemos perfectamente que en España hay miles de granjas dedicadas a la reproducción de animales pertenecientes a especies de caza cuyo único propósito es repoblar los cotos y dar trabajo y diversión a los cazadores que, a su vez, se justifican con problemas de supuesta sobrepoblación», manifiestan desde PACMA.

«Asistimos casi a diario a campañas de odio contra los animales, siendo las especies más castigadas los jabalíes, los gatos, las cotorras, las palomas y tórtolas y ahora, por último, empiezan a quejarse de las gaviotas. Comienzan alarmando sobre la existencia de un problema, pasan por generar repudio hacia ellos para que los ciudadanos no empaticen y acaban solucionándolo con empresas de control de plagas y cazadores, para recomenzar el ciclo en unos pocos años. Siempre es la misma dinámica», afirma la portavoz del partido, Yolanda Morales.

El Partido Animalista difiere sobre la existencia de plagas: «todo lo que molesta se cataloga rápidamente como plaga. Sin censos, sin evaluación de los motivos, sin estudio de las consecuencias de las intervenciones entre las especies…», aseguran. «Sin embargo, lo cierto es que en este país se crían animales en granjas que están catalogados como plagas y luego se sueltan para que puedan ser cazados, y esto lo sabe muy poca gente, entre otras cosas porque la administración no facilita la información, aunque está obligada a hacerlo».

En la web del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, solo se hace referencia a que es uno de los tres módulos, junto al REMO y el RIIA, que componen el SITRAN, y la información sobre el mismo se limita a que “incluye los datos básicos de más de 900.000 explotaciones ubicadas en España, relativos a más de ciento cincuenta especies diferentes de animales de producción”. En el mismo apartado se indica que el acceso al SITRAN “está restringido en base al Reglamento (UE) 2016/679 relativo a la protección de las personas físicas en lo que respecta al tratamiento de datos personales y a la libre circulación de estos datos”.

Sin embargo, en la misma página web perteneciente al Ministerio, sí se pueden consultar otros registros, como, por ejemplo, el SILUM (Sistema Informático de registro de establecimientos en la alimentación animal), en el que figuran los nombres de los establecimientos, direcciones, códigos de actividad, números de identificación, códigos de actividad UE, empresas y direcciones de las mismas.

Desde PACMA creen que este ocultismo es intencionado, pues el hecho de revelar cuántos animales se crían de manera artificial para alimentar la caza, que precisamente se sustenta en premisas como el control poblacional, supondría un revés para la actividad y un cambio profundo en la percepción social acerca de la necesidad de la misma.

El Partido Animalista asegura que seguirá intentando por la vía legal acceder a esta información, que considera «absolutamente relevante» para evitar miles e, incluso, millones de muertes de animales al año.


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