Ramón Pedregal Casanova •  Opinión •  30/04/2023

La entidad se horroriza al perder la partida

Sergio, un niño cubano de 7 años, ha hecho un dibujo magnífico en el que la figura representada esconde una cara, la ambigua que no deja saber si sonríe o hipócritamente nos engaña, y la mostrada, horrorizada por el final de su juego. Más que los dibujos del artista Banksy.

El artista ha expuesto el tema de fondo con sutileza, me impresiona lo que comunica por mis sentidos con claridad meridiana, y me fijo en los detalles, uno por uno, con ellos capto toda la potencia explicativa. Me lo mostró su querido abuelo Luis Toledo Sande, un gran escritor, cómo será de impactante que me brotaron por los labios espontáneamente las palabras : ¡Temblad! ¡Temblad! ¡Perdéis la partida!

El título es “Apropiación de Mona Lisa”, se trataba de un encargo del profesor Máisel López Valdés. Sergio debía fundir el cuadro de Mona Lisa con uno de su preferencia, y el cuadro que eligió fue El Grito, de Munch. La sorpresa y el terror que expresa Monalisa tras la fundición le salen al rostro jugando al poker: observamos que en sus manos tiene dibujada la estrella de David, y ha puesto sobre la mesa la carta que creía ganadora, el Rey, pero ve que quien tiene enfrente pone la suya, el As, se alza con la victoria y da el final a la partida.

Los sionazis alternando dos caras, -la hipócrita de los gimoteadores, siempre haciéndose la víctima para ocultar sus crímenes-, la de Mona Lisa y El Grito, quedan congelados en la de El Grito, pues la sorpresa que se llevan tiene efecto explosivo, los que les hacen frente en la última batalla, libertadores, no necesitamos decir quienes son, es bien sabido, tienen el As. Desde aquí, gracias maestro.

Pongan atención al cuadro:

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Solo añado: Invento Sin Raíz Acaba Envuelto Lúgrubemente. 


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