Puño en Alto •  Opinión •  31/01/2022

Lo de FITUR

Para ver lo que ha podido representar la FITUR para la ciudad, solo basta fijarse en tres personajes, tres para dimensionar el alcance que va a tener para propios y extraños la presencia de nuestra ciudad en la feria internacional de turismo.

Un alcalde, supuesto socialista, no solo esmirriado políticamente, creyéndose haber recibido él y no la ciudad, lo de la capitalidad haciendo vanos esfuerzos ímprobos para que se entienda que todo es fruto de su gestión, algo que nadie en la ciudad cuestiona, ya que el estado de abandono generalizado de la ciudad es pura responsabilidad suya.

Un alcalde, ávido de fotos brindando con manzanilla por su minuto de gloria, mientras le llueven sentencias condenatorias por su gestión contra los derechos fundamentales de los trabajadores, que aún no ha explicado las relaciones peligrosas, como así lo testimonia múltiples documentos gráficos, que ha mantenido a las que ofreció toda clase de medios municipales para la celebración de un concierto en el que, según fuentes policiales, se pudo haber blanqueado más de un millón de euros. El acto en FITUR para el primer edil fue más bien el reconocimiento de un régimen, que la nominación de la capitalidad gastronómica.

Una presidenta de Diputación, desalojada por la puerta de atrás de la secretaria provincial de su partido, con su acostumbrada sonrisa desmesurada departiendo alegremente y en complicidad con quien traicionó a la que ella posteriormente traicionó, obviando que en esos momentos el alcalde se dirigía a los asistentes dando gracias y haciendo loas a su gestión y trabajo. La complicidad, fortuita o buscada, entre traidores no pasó desapercibida y hay quien la enmarca en que ambos están políticamente con el agua hasta el cuello.

Un vicepresidente de la Junta de Andalucía, blanqueador donde los haya de la extrema derecha al mejor estilo de tonto útil, que ahora sin ruborizarse manifiesta que su presencia en la Junta es la garantía para que la extrema derecha no cante el “cara al sol”. Y que recientemente ha olvidado o nunca lo creyó, aquello de la regeneración política que proclamaba abanderar impidiendo que se investigue el caso de presunta corrupción de la aún consejera de agricultura del PP. Un vicepresidente para quien el Plan Meta 2027 se le antoja lejano y muy difícil de alcanzar, ya que su vida política se puede extinguir a su pesar en 2022.

También andaba por allí, entre otros asistente de menor reseña, aleteando por el sarao, alguien con aspecto de cuervo negro zaino cuya presencia pocos entienden, salvo para justificar, bueno más bien para disfrutar del espléndido salario del chiringuito que le han proporcionado con motivo del ya fracaso de la conmemoración del V Centenario de la primera vuelta al globo.

 

Así son las cosas y así las contamos y como dijo el impresentable aquel, ¡¡viva el vino!!, en este caso, la manzanilla, que la pretenden maridar con la desvergüenza política en la Sanlúcar del Santo Régimen.

 

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