André Abeledo Fernández •  Opinión •  24/03/2021

Telebasura, Rocio Carrasco, Antonio David. Pan y circo, todo vale y nada importa.

El «programa» de Rocio Carrasco es ejemplo práctico de como hacer un show televisivo banalizando la violencia de género y las enfermedades mentales.
Con la colaboración necesaria de medios de comunicación y la complicidad oportunista de la clase política se esta llevando a cabo un aquelarre vergonzoso contra su expareja, Antonio David.
Horas de televisión donde se vierten acusaciones sin pruebas, se cuentan intimidades y supuestos delitos de malos tratos que en lo judicial no han tenido recorrido pero que ahora se usan a modo de un show del esperpento.
Se le pide a la opinión pública que se posicionen a favor de uno o de otro, opinadores y tertulianos se posicionan haciendo su trabajo de llenar horas de televisión y sus propios bolsillos.
Una ministra de Igualdad como Irene Montero se posiciona públicamente sin pruebas, no las necesita, la verdad es lo de menos. Y ella no ha sido la única, todo vale para sacar rédito politico o económico al circo.
Yo no sé cual es la verdad, no soy juez, no soy parte y la verdad me produce poco más que vergüenza ajena el espectáculo.
Me dan pena los hijos de la pareja y el escarnio público que seguro les causa un sufrimiento que sumar al que ya han vivido en lo privado.
Pero estas cosas nos hacen daño como sociedad.
Porque es verdad que el maltrato existe, el machismo existe, el sufrimiento existe y no forman parte de un show millonario.
Porque desgraciadamente una gran parte de la población, de la sociedad española, vive enferma de ansiedad, de depresión y de otras enfermedades mentales nacidas de una sociedad también enferma.
Mientras pan y circo, todo vale y nada importa.

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