José Camargo •  Opinión •  22/06/2021

Directiva Ministerial No 05 ¿Para castigar a la Fecode?

La Fecode, en estos momentos, es víctima de un cerco mediático sin precedente en la historia de esta organización, que agrupa a todos los docentes y administrativos que laboran en la educación pública en Colombia. Ha sido calumniada y vilipendiada desde columnas de periódicos y revistas, editoriales de prensa, programas radiales. Desde políticos en decadencia, púlpitos religiosos y desde un gobierno que le importa un carajo la vida de quienes habitan este país. Hoy se le castiga a la Fecode su participación en el Paro Nacional y en retaliación el Gobierno Duque suelta un escupitajo a la cara de la comunidad educativa a través de la Directiva No 05 del 17 de junio de 2021, emitida del Ministerio de Educación Nacional, que en el numeral 2, literal d menciona: “ Todo el personal que labora en el sector educativo oficial independientemente de situaciones de comorbilidades o edad debe asistir a las Instituciones Educativas, tal y como quedo definido en el parágrafo del artículo 5 de la resolución 777 de 2021, hacerlo cumpliendo estrictamente con los protocolos de bioseguridad establecidos y propendiendo por el auto cuidado so pena de no recibir el salario por los días no laborados de manera presencial sin justificación alguna, e incurrir en faltas disciplinarias por no cumplir con las finalidades de su cargo y el cumplimiento de sus deberes”. Esta Directiva Ministerial no se le hubiera ocurrido ni al mismísimo Adolfo Hitler.

Pero, además, la fatídica Directiva Ministerial 05 del 17 de junio de 2021, entrega unas responsabilidades al Padre de Familia en el numeral 3, literal g donde señala: Las familias desde su estatus de corresponsabilidad en la garantía de los derechos de las niñas, niños y adolescentes, deben implementar con las instituciones educativas las acciones de pedagogía y acompañamiento permanente con los estudiantes para construir compromisos conjuntos de buenas prácticas respecto al protocolo de bioseguridad, así como para monitorear o ajustar su desarrollo de cara a la prestación del servicio educativo de manera presencial “ . El Gobierno se lava las manos y como decían con gran sabiduría nuestros abuelos: al caído caerle… y también decían, el mico sabe en qué palo trepa y una canción vallenata del legendario Hernando Marín, dice “los platos que rompe el gobierno, los paga mi pueblo trabajando al sol”.

La Ministra de Educación con gran desfachatez, precisaba que “Los niños y jóvenes han sufrido mucho con la pandemia. Anhelan el regreso a las clases”. Los padres de familia viven momentos de angustia, desesperación, miedo, porque temen y con justa razón que suceda lo peor. Toda Colombia, está informada que el número de niños fallecidos por efecto del coronavirus llegan a más de 200 ¡es una cifra inquietante! Solamente el Director del Instituto Colombiano de Neurociencias se atreve asegurar que “La Covid-19 no es más grave que una gripe común para los niños”.

Por otro lado, para nadie es un secreto que detrás de la Directiva Ministerial mencionada pueden estar moviéndose intereses económicos de gran calado. “Centros colegiales” es una campaña del sector privado que busca que las autoridades mantengan los colegios abiertos, así como han hecho con otros sectores (Revista Semana, 03/2021). El vocero de la Faber – Castell, Andrés García en el 2019 con una sonrisa de oreja a oreja, señalaba que ese mercado movía US$ 8,5 millones al año, vendemos más de 10 millones de lápices al año en Colombia. (Revista Portafolio, 2019)

Los padres de familia se sienten en un callejón sin salida y los docentes con grandes preocupaciones, porque no se trata solamente de salvaguardar nuestra vida, también la de niños, niñas y jóvenes y con ellos la de su núcleo familiar. Tengo una simple inquietud, ¿en el Congreso de la República se ha discutido esta Directiva Ministerial emitida por el gobierno de Duque?.

 


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