André Abeledo Fernández •  Opinión •  17/12/2017

El auge de la prostitución del lenguaje y de la historia como arma de control del sistema

Quien es capaz de comparar el NAZISMO o el FASCISMO español con los defensores de la independencia, del derecho a la autodeterminación de los pueblos, o de otro modelo de Estado. Se equivoca, normalmente intencionadamente y otras veces ejerciendo la labor de mamporrero del poder.

El FASCISMO en España significó un genocidio ideológico y de clase, fueron asesinados y torturados hombres, mujeres y niños como castigo por atreverse a pensar y por cuestionar los privilegios de la oligarquía. La República sufrió un golpe de Estado traidor y cobarde que se convirtió en Guerra Civil ante la resistencia del pueblo y recibió la necesaria ayuda del NAZISMO alemán y el FASCISMO italiano para poder vencer dicha resistencia.

En Europa el NAZISMO hizo además un genocidio racial, junto al genocidio ideológico y devastó Europa en la II Guerra Mundial.

Aquella persona que piensa diferente y defiende su postura, con argumentos que podemos compartir o no, ese no es un Fascista, el fascismo no utiliza argumentos porque no los tiene, su argumento es la fuerza y la violencia.

El comunismo es una ideología basada en la recuperación de los medios de producción, la energía y los sectores estratégicos para ponerlos en manos y al servicio de la clase trabajadora. Para evitar así la explotación y la acumulación de riqueza llevada a cabo por la oligarquía minoritaria.

Un comunista es una persona que piensa que cualquier persona, por el hecho de haber nacido tiene derecho a una vida digna y a tener sus necesidades básicas cubiertas, es una persona que piensa que la economía tiene que estar al servicio del ser humano y no el ser humano al servicio de la economía, es una persona que piensa que tenemos que trabajar para vivir y no vivir para trabajar, es quien considera que la patria es la clase obrera y quién piensa que la solidaridad, la igualdad, la fraternidad, y la justicia social son los cimientos de un futuro socialista.

El capitalismo mata, de hambre, en guerras de expolio de recursos, asesina a pueblos y pobres, esclaviza a millones de hombres, mujeres y niños. Pero curiosamente sigue siendo el genocida más respetado de la historia.

En el capitalismo el ser humano está al servicio de la economía y la vida no vale nada.

El NAZISMO se basaba, y se basa, en una supuesta supremacía racial y en la necesidad de un «espacio vital» para Alemania que les permitiese robar los recursos a otros países a la vez que los esclavizaba mediante guerras de conquista.

El NAZISMO empezó matando a su propio pueblo, por tener un retraso mental, por ser homosexual, gitano o judío….o por ser comunista. Es una teoría del odio, la superioridad racial y el abuso a todo aquel que consideraban inferior.

El Comunismo venció al NAZISMO y al fascismo en la II GUERRA MUNDIAL, mientras en el frente Oriental Alemania era aplastada por el Ejército Rojo a pesar de tener allí a unas 200 divisiones y los mejores hombres y armamento, en el frente Occidental mantenía unas 20 divisiones.

¿Qué quiero decir con esto?.

Primero que fue la URSS la que en la práctica venció a Alemania y quien llevo el mayor peso de la guerra, sufriendo además el mayor castigo.

Y segundo, ¿cómo se puede comparar y poner al mismo nivel dos ideologías contrapuestas y enemigas que buscan modelos de sociedad que defienden los interese de clases enfrentadas?. 

El comunismo los de la clase obrera y el Nazismo y el Fascismo que funcionan como los perros de guerra del capitalismo en tiempos de crisis sistémica o de despertar de los pueblos.

André Abeledo Fernández, Concejal de EU de Narón, militante comunista  y sindicalista.


Opinión /