Plataforma Salvemos Cabana •  Opinión •  15/12/2017

En el Dolmen de Dombate ladran, luego cabalgamos

En el Dolmen de Dombate ladran, luego cabalgamos
«Cuando los perros ladran, sabemos que cabalgamos» nunca fue una cita del Quijote de Cervantes, sino que pertenece al gran poeta alemán del siglo XIX Goethe. Hoy en día se ha convertido en una expresión proverbial que significa que cuando en cualquier ámbito de la vida se reciben críticas voraces es señal de que las cosas se están haciendo en la dirección correcta.
 
Los ataques que la Plataforma Salvemos Cabana está recibiendo en fechas recientes por parte del ámbito social más infame de toda la Costa da Morte y quienes lo defienden sólo pueden ser entendidos en esa dirección, de un poder que se revuelve cuando la denuncia está más que justificada.
 
Porque Salvemos Cabana nació como agrupación vecinal en el ayuntamiento (Cabana de Bergantiños), con una de las mayores mayorías absolutas del Partido Popular en Galicia. Con una cabeza visible pero con muchas manos que ayudan, y con una previsa básica: frente al caciquismo asfixiante que se respira a nivel municipal, la protección de la gente como prioridad absoluta.
 
Porque abrirse al mundo, en el contexto en el que nos movemos, supone tener consecuencias. Y no se trata de un club gastronómico, sino que como figura desde su fundación, su objetivo «es la defensa ambiental y sociocultural» y su ámbito de actuación la comunidad autónoma de Galicia.
 
Por eso, aunque la Plataforma Salvemos Cabana nació como asociación contra el frustrado proyecto minero de Corcoesto, su actuación en el Dolmen de Dombate se circunscribe tanto a sus objetivos fundacionales como a su ámbito de actuación.
 
Porque sí, rechazamos y seguiremos rechazando el uso que a nivel municipal se está haciendo del Centro Arqueológico del Dolmen de Dombate mientras siga en esta línea.
 
Porque en una democracia que se considere tal es lícita la discrepancia, y porque las cosas, en determinados momentos, no han podido hacerse peor en el que debería ser un yacimiento neolítico de referencia para todos los gallegos y gallegas, y que en determinados momentos parece haberse convertido en una caseta de feria. Porque en el Dolmen de Dombate confundir la cultura con el sainete es vulgarizar el legado de nuestros ancestros.
 
Cabe recordar, por otra parte, que sólo gracias a la actuación administrativa de la Plataforma con diversas solicitudes por vía oficial a la Diputación de A Coruña ha sido posible tanto el control periódico de las pinturas como de los accesos e incluso la restauración del neodolmen, factores todos ellos que anteriormente no habían sido considerados.
 
 

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