Pedro Ignacio Altamirano •  Opinión •  06/01/2018

Pedir República a los Reyes Magos

Dicen que los Reyes Magos, que no Reyes Católicos, salieron de Andalucía y, por tanto, digo yo que sería Reyes Andaluces de algún reino andaluz. La idea no deja de tener su romanticismo, al margen de la fiabilidad que la misma tenga. Lo importante, en este caso, es, nunca mejor dicho, la magia, lo mágico, y la consecución de los sueños, esos sueños que vemos lejanos, y por tanto dignos de ser pedidos a alguien con tanto poder mágico, como lo tienen Melchor, Gaspar y Baltasar. Puesto en situación, y aprovecho la cercanía de estos Reyes Andaluces, para permitirme ese juego de lo mágico, y por tanto posible, de pedir una República a unos Reyes.

Sé, soy consciente, que pongo, que voy a poner en un aprieto a tan altas y magnas personalidades públicas, pero, del mismo modo, estoy seguro, que estos Reyes, investidos de magia y generosidad, serán lo suficiente generosos como para, al menos, tenerlo en cuenta y llevarlo al consejo del Reino mágico al que pertenecen.

La petición está, no lo duden ustedes más que argumentada, con aquellas cosas que tanto necesitan nuestros hijos e hijas, por un lado, y los padres y madres por otra. La base de la misma es clara, la pobreza infantil de sus, en estos momentos y por unas mágicas horas, por una noche sus ilusionados súbditos.

Son muchas más las razones con la que se nutren las páginas de la petición de República a los Reyes Magos Andaluces, como lo son la falta de trabajo, la mejora en la calidad de la sanidad, educación, prestaciones sociales, falta de democracia participativa, regreso de nuestros emigrantes, de nuestra diáspora y una interminable lista de peticiones, para que les hará toda la magia de la que son capaces juntos.
Pero, a pesar de todo, la magia es la magia. Lo espero todo de la magia, esa magia en la que creemos los peticionarios entre los que me encuentro. Por ello, en mi bien, en el de mis hijos e hijas, en el bien de todos mis compatriotas andaluces y andaluzas, les pido que abdique a favor de una República, de esa República en la que creemos, por la que luchamos y soñamos, pero, eso sí, con el compromiso inalterable, de volver a ser Reyes, solo por una noche al año, que ese mérito se lo han ganado a pulso.

Bueno, se me olvidaba, ya puestos, y aprovecho la confianza con los Reyes, por esos que son Andaluces, para pedirles, de todo corazón, que, ya puestos a abdicar a favor de la República Andaluza, pues eso, que no les cuesta nada abdicar también a favor de la República Catalana, que se lo están “currando” desde hace tiempo, y lo están pasando muy mal con sus representantes democráticos en la cárcel, y eso no es digno ni de Reyes ni democrático.

Pedro Ignacio Altamirano

@altamiranoMLG
 


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