Dr. Néstor García Iturbe •  Opinión •  04/10/2016

EU.- Pentágono.- El proyecto Haarp puede provocar huracanes

3 de octubre del 2016

 

Sobre el proyecto HAARP se ha escrito bastante, pues hace unos  cuantos años que el mismo está funcionando y realizando pruebas relacionadas con el cambio climático y otras acciones entre las cuales se encuentran la provocación de huracanes en zonas seleccionadas.  Algunas informaciones que hemos podido obtener plantean:

 

La Estación HAARP empezó a funcionar en 1993. El IRI(instrumento de investigación ionosférica ) opera desde el año 2007 y su contratista principal fue BAE Advanced Technologies. Hasta 2008, HAARP había gastado aproximadamente 250 millones de dólares, financiados con impuestos para su construcción y costos operacionales.

 

Este misterioso proyecto, de la Marina y la Fuerza Aérea estadounidense, cuyas siglas HAARP significan High Frequency Advanced Auroral Research Project, que traducido al español sería, “Programa de Investigación de Aurora Activa de Alta Frecuencia.” El proyecto tiene sus bases principales en unas instalaciones militares situadas en Gakona, Alaska, donde el mismo cuenta con 180 antenas que funcionando en conjunto será como una sola antena que emitirá 1 GW =1.000.000.000 W, es decir un billón de ondas de radio de alta frecuencia las cuales penetran en la atmósfera inferior e interactúan con la corriente de las partículas aureales.

 

HAARP enviará haces de radiofrecuencia dentro de la ionosfera, las partículas aureales afectan al clima global, algunas veces durante una tormenta eléctrica llegan a tocar la Tierra, afectando a las comunicaciones por cables telefónicos y eléctricos, la interrupción de suministros eléctricos e incluso alteraciones en el estado del ser humano.  El HAARP actuaría como un gran calentador ionosférico, el más potente del mundo. En este sentido podría tratarse de la más sofisticada arma geofísica construida por el hombre.

 

Ciertamente algo de base científica asoma en todo este asunto, HAARP con sus cientos de millones de vatios de potencia y antenas se puede considerar como un verdadero “calefactor” de la alta atmósfera, provocando una tremenda ionización que puede acarrear consecuencias imprevisibles, y que gracias a su efecto “espejo” podría dirigir sus efectos hacia cualquier zona del planeta. Estaríamos hablando de un nuevo tipo de arma, capaz de intensificar tormentas, prolongar sequías, sobre territorio de un supuesto enemigo, y perjudicándolo sin que este se diera cuenta, o sin poder culpar a Estados Unidos de su desgracia.

 

El propio creador del calentador ionosférico del proyecto HAARP, Bernard Eastlund, asegura que su invento podría, también, controlar el clima. Una afirmación que ha llevado a Begich a concluir que si el HAARP operase al cien por cien podría crear anomalías climatológicas sobre ambos hemisferios terrestres, siguiendo la teoría de la resonancia tan empleada por el genial Nikola Tesla en sus inventos. Un cambio climatológico en un hemisferio desencadenaría otro cambio en el otro hemisferio. Una posibilidad que no se debe descartar, sobre todo a tenor de las opiniones de científicos de le Universidad de Stanford, que aseguran que el clima mundial podría ser controlado mediante la transmisión de señales de radio relativamente pequeñas, a los cinturones de Van Allen. Por resonancia, pequeñas señales activadoras pueden controlar energías enormes.

 

La evidencia científica reciente sugiere que el HAARP está en funcionamiento y que tiene la capacidad potencial de desencadenar inundaciones, sequías, huracanes y terremotos. Desde un punto de vista militar, HAARP es un arma de destrucción masiva. Potencialmente, constituye un instrumento de conquista capaz de desestabilizar selectivamente los sistemas agrícolas y ecológicos de regiones enteras.

 

Uno de los objetivos del HAARP es modular las corrientes de las partículas aureales y así afectar a la intensidad y dirección de los vientos zonales . Por otra parte, el poder “calentar” ciertas zonas hostiles del globo podría generar las condiciones meteorológicas para producir sequías y otros desastres “naturales”.

La información existente sobre este proyecto es voluminosa, muchos ambientalistas se oponen al mismo por las consecuencias que pudiera tener la utilización de esta arma geofísica contra los enemigos de Estados Unidos, pues el descontrol sobre la misma pudiera convertirse en un peligro potencial para el propio país que la está utilizando.

El huracán que destruye un país, puede continuar hacia otro cercano y también al mismo llevar la destrucción y muerte. Esto no es ningún consuelo, lo mejor es no desencadenar al monstruo.


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