No basta con tener un techo, es necesaria una vivienda digna

Los elevados precios junto con las distintas trabas que desde las inmobiliarias ponen en marcha ante la nula regulación y control del mercado provocan una mayor desprotección al usuario.

La ciudad de Madrid, con más de 3 millones de habitantes y más de 6 millones de turistas al año, se ha convertido en los últimos años en el principal objetivo del sector inmobiliario transformado en pseudoempresas hoteleras que realizan sus transacciones en un marco con bastantes lagunas legislativas, provocando con ello personas que no puedan vivir en su ciudad, miles de ciudadanos que trabajan en grandes urbes como Madrid o Barcelona pero no puedan habitar en ella, vecinos que mantienen estoicamente sus viviendas ante los continuos ataques de las grandes empresas.

Asimismo, el desconocimiento de los procedimientos legales y la desprotección ante las presiones de las decenas de SOCIMIS, creadas a través del mayor fondo buitre de inversión, Blackstone, hace que la situación sea cada vez más crítica.

A esto se le une la inactividad por parte de los gobiernos anteriores y el desinterés del actual Gobierno de la Comunidad por regular la oferta y la demanda. Por ello, FACUA Madrid recoge con preocupación la situación de los miles de vecinos que se ven cada día indefensos ante la pasividad de las administraciones públicas.

Más aún tras la crisis sanitaria provocada por el Covid-19 que lejos de mejorar el acceso a una vivienda digna ha empeorado las condiciones impuestas para llegar a ella ya que son cada vez más las inmobiliarias que, tras pasar la primera entrevista, solicitan ingresos previos que se quedan bajo su custodia, utilizándolos para hacer una oferta al propietario de la vivienda.

Por ello, FACUA Madrid se ha dirigido por escrito en varias ocasiones a la Consejería de Vivienda con el fin de que trabaje en una normativa que proteja a los inquilinos de la especulación del suelo que hacen muchas empresas. Se ha pedido además que se reajusten las condiciones del alquiler a precios y plazos justos y adecuados, y se ofrezcan contratos con condiciones estables y dignas.

Pero sin duda la situación se complica cuando los jóvenes no pueden acceder a una vivienda digna. A pesar de estar trabajando en el mejor de los casos, no pueden tener una vivienda de calidad, subsistiendo en habitáculos precarios y con contratos totalmente leoninos que no protegen precisamente al más débil.

Debido a ello, la asociación viene solicitando una mejora en la regulación existente, cuyo único interés sea la ciudadanía, sea del color que sea, y políticos que trabajen para eso mismo no para beneficios oscurantistas.

Además, en una sociedad como la nuestra, son imprescindibles organizaciones que denuncien y critiquen públicamente cuando sus representantes no están realizando su trabajo y ayuden así a construir una sociedad crítica y reivindicativa.

CCOO de Madrid ha alcanzado un acuerdo con la asociación de consumidores FACUA para llevar a cabo una serie de actuaciones, entre ellas acciones formativas y divulgativas. Dentro de estas últimas publicamos el artículo de esta organización, dedicada a la defensa de los derechos de los consumidores.