Almayadeen •  Internacional •  11/08/2020

Príncipe heredero saudita abre otro capítulo de horror, crimen y misterio

Un nuevo y escalofriante capítulo de supuesta perfidia saudita, tras el asesinato del periodista Jamal Kashoggi, comienza a perfilarse y recordar una vez más a todos que el reino está dirigido por un déspota despiadado.

Príncipe heredero saudita abre otro capítulo de horror, crimen y misterio

Cuando Khashoggi desapareció el 2 de octubre de 2018, el reino del desierto alegó que había solicitado el papeleo en el consulado y salió poco después.

El 7 de octubre, un funcionario, en respuesta a preguntas sobre informes de que el colaborador de The Washington Post fue asesinado, denunció con energía que eran acusaciones infundadas.

Un día después, el 8 de octubre, el embajador en Estados Unidos desmintió informes relacionados con la detención o asesinato de Khashoggi.

… “son absolutamente falsos y sin fundamento esos informes”, indicó.

El 15 de octubre, el presidente Donald Trump dijo que habló con el príncipe heredero, quien ofreció una negación rotunda.

Sin embargo, una demanda presentada el jueves último refiere que el mismo día en que el príncipe heredero saudita Mohamed bin Salman, conversó con Trump, un segundo escuadrón de asalto viajó a Canadá.

Su objetivo, Saad Aljabri, un exalto funcionario de la inteligencia saudita que trabajó en estrecha colaboración con estadounidenses en la lucha contra el terrorismo.

MBS, como llaman al príncipe heredero, tenía la intención de silenciarlo.

La demanda, presentada por Aljabri, contiene acusaciones no probadas, pero con semejanzas inquietantes respecto al asesinato de Khashoggi.

Según la denuncia, los sicarios sauditas que volaron a Toronto, Canadá, pertenecían al «Escuadrón Tigre», el «grupo mercenario personal» del príncipe heredero; llevaban dos bolsas de herramientas forenses y un instructor del mismo departamento de pruebas penales que el verdugo que desmembró a Khashoggi.

Los oficiales canadienses en el control fronterizo les preguntaron a los miembros del escuadrón, que viajaban con visas de turista, si se conocían. Mintieron y dijeron que no.

En la proyección secundaria, se descubrió una fotografía de ellos juntos y su plan se frustró, dice la demanda.

Durante sus últimos minutos de vida, los asesinos le dijeron a Khashoggi: “Hay una orden de Interpol. La Interpol solicitó que lo enviaran de regreso”.

Aljabri alega en su denuncia que el príncipe heredero lo amenazó en WhatsApp el 10 de septiembre de 2017, al decir que, si no regresaba al reino por su cuenta, se iniciaría una persecución mundial basada en cargos de corrupción falsos difundidos por Interpol, la organización policial internacional.

MBS trató de hacer valer la amenaza, pero Interpol rechazó el material en 2018 como «políticamente motivado».

Las nuevas acusaciones, si se prueban, refuerzan la conclusión de que el príncipe heredero dirige escuadrones de la muerte y sigue evadiendo la rendición de cuentas por asesinato.


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