Redacción •  Actualidad •  11/05/2021

Las enfermeras cansadas y hartas de ser ninguneadas por el Gobierno madrileño

  • El Gobierno regional afirma que la Comunidad de Madrid es la principal generadora de recursos económicos del Estado pero a pesar de ello no tiene reparo en mantener a enfermeras/os y fisioterapeutas a la cola de España en condiciones laborales y/o retributivas.
  • Las enfermeras madrileñas, en el Día Internacional de la Enfermería que se celebra el 12 de mayo, reivindican, además de su profesionalidad y el hecho de haber sido y ser imprescindibles en la lucha contra la pandemia del Covid19, un reconocimiento que el Gobierno regional les niega de forma sistemática: “Estamos cansadas y hartas de ser ninguneadas”, afirman desde SATSE Madrid.
Las enfermeras cansadas y hartas de ser ninguneadas por el Gobierno madrileño

Madrid, 11 de mayo de 2021.- Una enfermera madrileña, esa que recibió por parte del Gobierno regional, múltiples halagos públicos y reconocimientos a su papel en la lucha contra el Covid19, “recibe como ‘compensación a su esfuerzo’ una retribución inferior a la media del Estado en casi 200€ al mes, con unas condiciones laborales y profesionales precarizadas y todo ello viviendo en una región con uno de los niveles de vida más altos de todo el Estado”.

En su centro de trabajo tiene, además, las plantillas enfermeras más escasas de todo el país por número de habitantes asignados y, además, a muchas de ellas se las penaliza al no permitir que accedan a la Carrera Profesional, a que no se le reconozcan las 35 horas semanales o derechos que sí disfrutan compañeras de otras Comunidades, explican desde SATSE Madrid.

El único reconocimiento para las enfermeras del Sermas por su esfuerzo durante lo más duro de la pandemia ha sido el pago del 100% de la Productividad Variable, que los enfermeros y el resto del personal del Sermas ya cobraban, y que no supone una cantidad significativa. “No hemos tenido paga Covid, no se nos han compensado debidamente las numerosas horas extras que hemos realizado atendiendo a nuestros pacientes como han tenido otras CCAA con aparentemente economías menos saneadas, etc. pero sí se nos penaliza, por ejemplo, si decidimos no aceptar una sustitución, aunque concurran circunstancias personales ineludibles”.

Otras enfermeras, también del ámbito público, como las que trabajan en las residencias de la Agencia Madrileña de Atención Social (AMAS) o en los centros educativos como enfermeras escolares, no han recibido nada ya que el Gobierno regional parece entender que solo las enfermeras del Sermas han luchado contra el Covid19.

“No recuerdan la situación de las residencias, el esfuerzo desarrollado por sus enfermeras y enfermeros o que muchas enfermeras escolares fueron reclamadas para trabajar, fuera de sus jornadas laborales habituales, en el Ifema. Ninguna de ellas, ni de la AMAS ni las de los centros educativos se negaron a ello ni pusieron una sola pega ya que entendían que tenían que poner lo máximo de ellas mismas para paliar la situación en la que se encontraba la sanidad en ese momento”, indican desde SATSE Madrid.

El resultado de todo este cúmulo de situaciones hace que las enfermeras y enfermeros de la Comunidad de Madrid se ven obligados a buscar trabajo en otras Comunidades. Así, una enfermera sabe que en Navarra tendrá una retribución superior a 400€ al mes o que la media del Estado es claramente mejor que su retribución actual.

También conoce que hay muchas Comunidades que ya tienen implantada la jornada de 35 horas, que la presión asistencial es inferior fuera de Madrid o que el trato de los Gobiernos regionales es más ‘amable’ ya que se ofrecen contratos de más larga duración y con mejores condiciones.

En el ámbito privado la situación es aún más dramática ya que sus retribuciones son más bajas, por término medio, que en la sanidad pública. No lo es el número de pacientes que han de cuidar ya que las ratios enfermera/paciente son más elevados y es habitual el cambio de puesto de trabajo por necesidades del servicio y por lo precario de las plantillas enfermeras en la mayoría de los centros sanitarios privados. En ese ámbito “lo complicado es retener a los profesionales de Enfermería que ven en la sanidad pública una forma de mejorar, al menos durante un corto periodo de tiempo, sus condiciones laborales y, también, las económicas que son mucho peores en sus centros de trabajo”, finalizan.

Además, se sienten discriminadas por el Gobierno regional que las ignora “negándoles por ejemplo que puedan acceder, al igual que las enfermeras del Sermas, a la recientemente aprobada ‘prescripción enfermera’ de la que están excluidas a pesar de tener la misma formación y titulación que las enfermeras y enfermeros del ámbito público”.

Exclusión a la hora de prescribir que se extiende a enfermeras de las residencias, tanto públicas como privadas, a las enfermeras escolares, a las que prestan su labor en la sanidad municipal (Samur, por ejemplo) o las que ejercen su profesión de forma autónoma, por poner solo varios ejemplos.


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