Redacción •  Actualidad •  04/07/2017

Informe técnico de COAG sobre las repercusiones del CETA en el sector agrario español

"El informe concluye que la gran perjudicada en materia agraria será nuestra ganadería de carne de vacuno, porcino y leche. El CETA producirá una entrada adicional de carne de vacuno en la UE a arancel 0%, lo que ejercerá una fuerte presión a la baja en los precios del mercado interno de carne de vacuno a nivel comunitario y estatal" [...]

Informe técnico de COAG sobre las repercusiones del CETA en el sector agrario español
Algunas de las conclusiones del informe son las siguientes:
 
– El acuerdo de libre comercio de la UE con Canadá rebaja la estricta normativa comunitaria en materia de seguridad alimentaria, protección del medio ambiente, bienestar animal y derechos laborales.
 
– Entre otras cuestiones, permite tratamientos alternativos al agua limpia y potable para la desinfección de canales en mataderos como el agua caliente reciclada, tal y como se realiza en Canadá.
 
– El CETA sólo protege un 15% de las Denominaciones de Origen (DO) de la UE. Productores de naranja canadienses podrán utilizar como marca la denominación “Orange Valencia” aunque los cítricos estén producidos en Vancouver.
 
La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), con el apoyo de Entrepueblos, ha elaborado un informe técnico sobre las repercusiones del Acuerdo de libre comercio entre la UE y Canadá (CETA).
 
Tras el análisis comparativo de la normativa comunitaria y canadiense y los textos que recoge el tratado, el informe concluye que la gran perjudicada en materia agraria será nuestra ganadería de carne de vacuno, porcino y leche. El CETA producirá una entrada adicional de carne de vacuno en la UE a arancel 0%, lo que ejercerá una fuerte presión a la baja en los precios del mercado interno de carne de vacuno a nivel comunitario y estatal. Sin olvidar que esta carne entrará libremente en la UE habiendo sido tratada previamente en origen con desinfectantes de canales como el ácido láctico (habitualmente utilizado en los mataderos canadienses y cuyo uso fue autorizado en la UE en 2013 como consecuencia de las negociaciones del TTIP) o con tratamientos alternativos al agua limpia o el agua potable como el agua caliente reciclada (también habitualmente utilizada en los mataderos canadienses y cuyo uso fue autorizado en la UE en 2015 como consecuencia de las negociaciones del CETA).
 
Asimismo, está prevista una entrada adicional de carne de porcino que podría afectar a piezas de alto valor añadido con el consiguiente impacto en los precios y los mercados. Otro elemento de preocupación es la posible entrada de carne y leche producida con hormonas en Canadá, lo que además de suponer una competencia desleal, pone en cuestión la seguridad alimentaria en Europa.
 
En cuanto a las Denominaciones de Origen (DO), el CETA sólo protege una pequeña parte del total de DO existentes en Europa: 176 DOs e IGs de productos agroalimentarios europeos, que representan menos del 15% de las más de 1.308 incluidas en el registro europeo. “Por ejemplo, aunque Canadá reconocerá como marca de la UE los productos etiquetados como Cítricos Valencianos o Cítrics Valencians, se permitirá seguir operando a marcas canadienses como Orange Valencia o Valencia Orange”, subraya el texto del informe de los Servicios Técnicos de COAG.
 
En palabras del Secretario General de COAG, Miguel Blanco, “el CETA es un acuerdo que rebaja la estricta normativa comunitaria en materia de producción y seguridad alimentaria, protección del medio ambiente, bienestar animal y derechos laborales, que influirá negativamente en los ingresos de los agricultores y ganaderos europeos, la calidad y seguridad de los productos a disposición del consumidor, los derechos laborales la calidad del medio ambiente y el bienestar de los animales”. Por todo ello, COAG pide a todos los grupos políticos que voten en contra de su ratificación en el Pleno de Congreso de los Diputados.
 
El texto del CETA respeta las disposiciones sanitarias y fitosanitarias de la UE y Canadá, pero tiene el objetivo de «armonizar» éstas y el resto de la normativa en la medida de lo posible. En este sentido, COAG y Entrepueblos muestran su preocupación porque “los tribunales de arbitraje, aún en su versión modificada (ICS) y la cooperación reguladora que contempla en CETA presionarán constantemente a la baja las normativas. De hecho la UE ya está rebajándolas en varios casos para adaptarse a estos tratados”, ha subrayado Àlex Guillamón, Coordinador de Entrepueblos.

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