Denuncian la participación de la Universidad de La Rioja en un proyecto de investigación liderado por Technion, centro público de investigación israelí implicado en la estrategia de exterminio por hambre y bombas en Gaza

Comunicado

No investiguemos con Israel

Con fecha de martes 27 de mayo de 2025, llegó a conocimiento del Comité de Solidaridad con el Pueblo Palestino de la Universidad de La Rioja (formado por personal docente, investigador, técnico, de gestión, de administración y estudiando de esa universidad), a través del informe de la Red Universitaria por Palestina (RUxP) titulado «Estado de los compromisos universitarios con la suspensión de relaciones con Israel«, que la Universidad de La Rioja participa, desde el 1 de enero de 2025, en un proyecto con financiación europea liderado por Technion, Instituto Tecnológico de Israel. La información oficial del proyecto puede encontrarse, como ha difundido la RUxP en su informe, en este enlace.

Con fecha 30 de mayo de 2024, y en el marco de la Acampada por Palestina que venía teniendo lugar en la explanada del Edificio Vives desde el día 15 de mayo, el Consejo de Gobierno de la Universidad de La Rioja aprobó y difundió un comunicado en el que, pese a mantener un tono intencionadamente ambiguo, se dejaba meridianamente claro que la Universidad de La Rioja seguiría la política de CRUE en relación con el genocidio en Palestina y, en particular, en la colaboración con entidades israelíes. Ahora bien, en su comunicado de 9 de mayo de 2024, CRUE incluye la siguiente disposición:

Revisar y, en su caso, suspender los acuerdos de colaboración con universidades y centros de investigación israelíes que no hayan expresado un firme compromiso con la paz y el cumplimiento del derecho internacional humanitario.

Technion no tiene ningún compromiso con la paz ni con los derechos humanos, pues es el instituto tecnológico (no «un», sino «el») de referencia para la investigación en temas de inteligencia y armamento que son utilizados por las Fuerzas de Defensa de Israel para ejecutar la política de exterminio que se está llevando en Gaza en este mismo instante, mientras escribimos este texto. Esta afirmación no es algo vacío, sino que se basa en datos publicados en diversos informes y medios. Esta institución ha desarrollado máquinas excavadoras por control remoto que han sido utilizadas para demoler casas en los territorios ocupados desde 2008. Alberga asimismo programas de estudios para militares y mantiene estrechas colaboraciones con ELBIT Systems, un grupo que ha estado vendiendo armas “testadas en combate” en Gaza, drones y sistemas de mortero entre otras, tal y como desveló el Centre Delàs d’Estudis per la Pau en el año 2022.

Desde el Comité nos dirigimos a la rectora de la Universidad de La Rioja (véase adjunto el texto que se le remitió), informándole de esos hechos, y rogándole en consecuencia, y por coherencia con lo aprobado por el Consejo de Gobierno de la Universidad:

1. Que se denuncie el contrato correspondiente al proyecto de investigación arriba citado, y la Universidad de La Rioja se retire del mismo.

2. Que la Universidad de La Rioja se dirija a la Comisión Europea para que se suspenda ese proyecto de investigación al completo, pues millones de euros de nuestros impuestos van a ir directamente al Estado que está cometiendo el genocidio más atroz que jamás haya sido retransmitido por televisión.

Aunque el documento se le hizo llegar a la rectora a través de correo electrónico, y también por vía oficial por Sede Electrónica, no ha habido respuesta al mismo. Sin embargo, a través de una información de un medio de comunicación, el rectorado ha hecho saber que mantendrá el citado proyecto, argumentando que el presidente de Technion firmó una carta en la que se mostraba partidario de la paz.

En una institución que, teóricamente, se basa en el conocimiento y en el método científico, admitir esa carta como justificación, siendo que en la propia página web de Technion se detalla su colaboración con el ejército israelí, es un ejercicio, como poco, de cinismo. Y es considerar estúpidas a las personas a quienes se dirige esa afirmación.

Por ello, el Comité considera que tanto la rectora como el equipo de investigación que participa en ese malhadado proyecto han obtenido un sonoro suspenso en la asignatura obligatoria de primero de Humanidad. La educación en valores prescribe que hay que ser solidario con quien sufre (con quién está asediado por hambre y fuego, por ejemplo) y no con quien detenta un poder omnímodo para disponer de la vida, las pertenencias y la tierra de otras personas.

¡No con nuestros impuestos! ¡No con nuestro silencio! ¡Investigación por y para la paz! ¡Por una universidad comprometida con la educación en valores!