Opinión

Come, reza, muere

Come, reza, muere

En el día de su ejecución sólo les permiten tres cosas: saborear una comida que tienen que costearse (entre 30 y 40 dólares), decir las palabras que quieren que se pronuncien durante su ejecución y si quieren la presencia de un sacerdote. No se les permite ver ni abrazar…

11/10/2016