PCE Aragón •  Opinión •  05/06/2019

Zaragoza, zona libre de transfobia

Zaragoza, zona libre de transfobia

Desde el PCE Aragón queremos mostrar nuestro apoyo a Erik y Kim, así como a toda la comunidad trans de nuestra ciudad, por las agresiones sufridas este pasado fin de semana, así como rechazar sin paliativos cualquier conducta transfoba que pueda tener lugar en Zaragoza.

Este año 2019 la Organización Mundial de la Salud ha reemplazado el término “transexual” por el de “incongruencia de género”. Así, aparece ahora definida como una condición relacionada con la salud sexual de una persona, en lugar de un trastorno mental y de comportamiento. Sin embargo, todavía nos queda mucho camino por recorrer, tanto en nuestro país como en el resto del mundo para llegar a un reconocimiento pleno de los derechos de las personas trans.

Es por eso que sigue siendo necesaria la lucha, las reivindicaciones del colectivo trans, así como su búsqueda de despertar las conciencias, para crear una sociedad más respetuosa, sin miedos y sin ningún tipo de prejuicio.

Como PCE, denunciamos que no podemos permitir que parte de nuestro vecindario viva con la vulnerabilidad y el miedo a ser agredidas en el espacio público por su identidad de género. Queremos vivir en una ciudad que lucha contra la violencia hacia el colectivo LGTB, una ciudad en cuyas calles, plazas y espacios de ocio se pueda vivir con libertad la diversidad sexual.

Es por eso que llamamos a la acción social contra estos espacios, contra las personas que mantienen estas actitudes que buscan limitar los derechos humanos, que intentan minar la libertad de nuestra gente. Que nos vean, nos sientan y nos oigan: no queremos gente así ni en Zaragoza ni en ninguna otra ciudad y no debemos permitir que sus puertas sigan abiertas.

Aún nos queda un largo camino por recorrer. Los resultados de las últimas elecciones nos revelan un auge de las organizaciones que defienden estas actitudes lgtbifóbicas, por lo que se demuestra aún más necesaria dar la batalla por construir una sociedad más justa, libre e igualitaria. Porque sabemos de que una sociedad sin LGTBfobia no sólo es necesaria, sino que además podemos hacerla posible.


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