La doble moral internacional
Paz
Pedir por la paz en el mundo es un buen gesto, pero sin tener en cuenta los contextos históricos e intereses que promueven la guerra, es un lugar común que profundiza el vacío que ese pedido tiene.
Ningún bien nacido justifica la guerra, pero hay personas y sociedades que creen tener el patrimonio del sufrimiento y quien las cuestione, pasará a ser estigmatizado con adjetivaciones diversas.
Y cada vez que hay un trágico conflicto como el que el mundo vive en estos días, sumado al de Ucrania, entre otros, aparecen los fabricantes de mentiras y tergiversaciones.
Nadie con dos dedos de frente puede reivindicar el terrorismo de Hamás ni las prácticas violentas de otras facciones islámicas.
Tampoco regímenes autoritarios que en nombre de su religión, persiguen, reprimen y hasta condenan a muerte a ciudadanos.
Pero mirar para otro lado cuando Israel, en nombre de su derecho a defenderse, está borrando del mapa barrios enteros, ataca hospitales, centros humanitarios, dicho esto por organizaciones como Unicef, Amnistía Internacional o Médicos Sin Fronteras.
Así mismo, ordena, como si fuera dueña de la vida de los gazatíes, que dejen todo en un plazo de 24 horas, y se vayan con lo puesto y que el que no se vaya será considerado «cómplice de los terroristas».
Les cortan el suministro de luz, agua, alimentos, en una enorme muestra de crueldad y cinismo.
Prohibido pensar, prohibido decir
No, señoras y señores, no somos antisemitas, ese estigma que colocan con tanta facilidad a quienes no aplauden su accionar. Ya lo dijo el escritor José Saramago: «Israel es rentista del Holocausto»
El ex fiscal y jefe fundador de la Corte Penal Internacional y ex fiscal adjunto del juicio a las juntas militares argentinas, Luis Moreno Ocampo, lo ha dicho claramente en los últimos días. Lo que está haciendo Israel es un crimen de guerra.
¿Y entonces?
Y entonces sobrevienen las preguntas:
¿Una vida de un ucraniano vale más que una vida de un palestino?
¿Es Netanyahu menos responsable de crímenes de guerra o de lesa humanidad que Putin?
Ser socio de los Estados Unidos, como lo es Israel, ¿es un privilegio que mide con una vara distinta los crímenes de guerra?
¿No es suficiente la espera de más de 70 años para que Israel cumpla con los tratados internacionales y las resoluciones de las Naciones Unidas?
¿Para cuándo las sanciones económicas para Israel como se hizo con Rusia?
¿No es un acto de barbarie arrinconar a los gazatíes como lo viene haciendo Israel desde hace años para impedirles que se desarrollen, que sean libres, condenándolos a vivir en una especie de cárcel a cielo abierto?
¿Puede un país, supuestamente “democrático» como Israel, utilizar las mismas formas terroristas que dice combatir?
¿Qué tan democrático es el Estado de Israel cuando hace algunos días nada más, parte del pueblo israelí repudiaba masivamente al gobierno de ultra derecha por las “modificaciones» que quiere hacer en la justicia y que, consideran, sería un enorme retroceso?
¿Quién alimentó en sus orígenes al grupo terrorista Hamás como estrategia para dividir a los palestinos?
¿No sería hora de que la Unión Europea no sólo “condene» los ataques, sino que, además, accione firmemente para la paz y sancione a quienes la vulneran, para que estas matanzas no se repitan?
¿Cuál es la sanción de Occidente ante esta nueva barbarie?
Epílogo de una tragedia
Cuando se mira para otro lado en torno a estas cuestiones medulares, pero se declara “solidaridad» con las víctimas, la hipocresía es muy grande y es muy evidente.
Y los grandes medios de comunicación no ayudan, obviamente, a clarificar los relatos que, en muchos casos, son abiertamente tendenciosos y miran hacia un solo lado.
Y hay quienes creen haber patentado a su nombre la historia del dolor, pero están profundamente equivocados porque con la doble vara con la que actúan, de víctimas pasan a ser victimarios sin que se den cuenta.
Néstor Tenaglia Álvarez
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