Resumen Latinoamericano •  Internacional •  26/01/2018

Macri en Davos:“En Sudamérica todos somos descendientes de europeos”

La antropóloga Laura Fejerman advierte que la frase de Macri “es mentira”.
“El Presidente ignora la mitad de la historia”.

Macri en Davos:“En Sudamérica todos somos descendientes de europeos”
Por Franco Spinetta
Imagen: Pablo Piovano

Profesora Asociada de la Universidad de California, San Francisco, egresada de Antropología Social en la UBA y con un doctorado en antropología biológica en la universidad de Oxford, Laura Fejerman analizó el comentario del presidente Mauricio Macri durante el Foro de Davos, donde señaló: “Yo creo que la asociación entre el Mercosur y la Unión Europea es natural porque en Sudamérica somos todos descendientes de europeos”.

Fejerman es además una de las autoras de “Heterogeneidad genética y mixtura en las diferentes regiones de la Argentina”, junto con Sergio Avena, Marc Via y otros prestigiosos investigadores, que desentrañaron parte de la compleja raíz genética del país.

-¿Qué opina de la frase del Presidente?

-Es un frase que se que se ha dicho mucho. Casi todos los argentinos la repiten, pero es mentira. La Argentina tiene una importante población mestiza. En términos indígenas, no es representativo el nivel de ancestría, pero hay zonas del país que tienen el mismo nivel de mestizaje que Perú o Bolivia. El noroeste argentino tiene una proporción de ancestría parecida a la de Perú. Argentina tuvo una gran inmigración europea, hay mucha mezcla, pero no es lo mismo que decir que somos todos europeos. El Presidente está ignorando la mitad de la historia porque los conquistadores se encontraron con gente.

-¿Cómo es la composición de la población argentina?

-Hay un nivel de mestizaje altísimo, en el noroeste más del 60 por ciento, mientras que las muestras de la ciudad de Buenos Aires varían desde el centro hacia el Conurbano. Es interesante porque se advierte un problema de clase social asociado a la etnicidad. Hay una cuestión vinculada al racismo, un estancamiento de ciertas clases por su ascendencia.

-Macri intentó justificar una alianza comercial con Europa diciendo que “somos todos europeos”…

-Justificar cualquier acuerdo comercial por una cuestión de raza, es una tontería. ¿Por qué no vas a hacer alianza con quienes no son como vos? Es un comentario de alguien que no lo pensó.

-¿Es un comentario racista?

– No lo creo. Es muy típico argentino. Hemos escuchado ese comentario millones de veces. Inclusive hay ancestría africana entre nosotros. Hablamos de la argentinidad como cultura de la negación de la historia del país, donde ha habido un montón de mestizaje, una historia que incluye la matanza o intento de exterminio de las poblaciones indígenas. Sin embargo, en la calle se ve la diversidad, a simple vista. Es un país súper diverso.

-¿Por qué cree que la sociedad no se reconoce como mestiza?

-Es el sentido común hay una cuestión despectiva con la gente de origen indígena. Es un comentario muy argentino. La data científica demuestra que esto no es así, sino que tiene que ver con una cosa vinculada con las clases sociales, el dinero, porque quizá la gente de origen europeo ha podido progresar económicamente.

-¿Qué demuestra la ciencia?

– Que hay regiones del país donde somos más parecidos a Perú o México que a Francia. Lo que sucede es que en Capital hay mucha clase media descendiente de europeos, y las clases bajas están alejadas del centro. Argentina es heterogénea, decir que somos europeos es negar una parte importante de la sociedad. Es una expresión típica de un argentino medio.

-Además, Macri habló no sólo de la Argentina, sino de Sudamérica.

-Hubo inmigración masiva de europeos, eso es evidente, en toda América. Pero en Perú, por citar un ejemplo, la ancestría indígena es de más del 70 por ciento. Podríamos decir que es una sociedad de ascendencia indígena con influencia europea. En Argentina, es cierto que hay lugares donde esa cuenta te da un 85 por ciento de ancestría europea, pero es sólo en ciertas zonas puntuales. Es importante que un presidente cuando habla, incluya todos los matices de la sociedad.

Descendientes

Imagen: AFP

El presidente Macri agitó uno de los mitos más antiguos de la Argentina para fundamentar una de sus principales políticas. Para explicar en Davos que es “natural” un acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea, afirmó que “en la región todos somos descendientes de europeos”. Cabe aclarar que la “Unión Europea”, al igual que cualquier unidad latinoamericana, nada tiene realmente de “natural”. Son productos de decisiones económicas, históricas, políticas. Así que, seamos o no descendientes de europeos, eso no implicaría ninguna unión “natural”.

Pero, como la historia, la antropología y otras ciencias han demostrados exhaustivamente, ni en Argentina ni en América Latina somos “todos descendientes de europeos”. Actualmente, más de la mitad de la población argentina tiene alguna ascendencia indígena, según investigaciones del Conicet. Eso no significa que seamos indígenas, significa que nuestras ascendencias son mucho más diversas de lo que pretende el imaginario europeísta que el Presidente vuelve a promover. Además, un 2,4 por ciento de la población se considera a sí misma como parte de los pueblos originarios; hay descendientes argentinos de inmigrantes latinoamericanos y afroargentinos. Incluso, hace mucho tiempo en Argentina hay descendientes de sirios, libaneses, chinos, coreanos… Y todos los argentinos debieran ser iguales ante la ley, iguales en el trato de las instituciones, iguales en su derecho a ser diferentes. Iguales cuando el Presidente de la Nación afirma en público de quiénes descendemos.

Negar nuestra diversidad es negar nuestras historias múltiples, nuestras diferentes identidades y tradiciones. Pretender que esa multiplicidad encaje dentro de los cánones europeístas siempre fue y seguirá siendo un gesto autoritario. Es como decir que Argentina es un país católico, o de gauchos, o de cualquier estereotipo que arrase nuestra diversidad.

Estos se agrava en otros países de “la región”, porque muchos de ellos reconocen más que la Argentina su constitución mezclada o mestiza. En Brasil sería imposible que una autoridad política dijera que los brasileños son todos descendientes de europeos. Lo mismo en Paraguay, incluso en socios como Bolivia. Y ellos siguen siendo mayoría por lejos en el Mercosur.

Es muy cierto que la Argentina es un país muy abierto. Por ejemplo, los hijos de los argentinos que emigran a Europa no pueden ser presidentes; en cambio, aquí el hijo de un inmigrante europeo puede ser Presidente de la Nación. Se lo considera argentino, se le otorga ciudadanía. Pero no es aceptable que, desde posiciones públicas, los hijos de los inmigrantes europeos pretendan que todo el país es igual a ellos.

* Antropólogo.

Macri en Davos: “En Sudamérica todos somos descendientes de europeos”

Durante una conferencia de prensa en el foro económico, el presidente habló de una “asociación natural” entre el Mercosur y la Unión Europea. La negación de los pueblos originarios, una vez más.

“Yo creo que la asociación entre el Mercosur y la Unión Europea es natural porque en Sudamérica todos somos descendientes de europeos”, aseguró Macri durante una conferencia de prensa en Davos. Sin ponerse colorado, el presidente volvió a negar la existencia de los pueblos originarios, algo recurrente a lo largo de su gestión, y también la de los descendientes de migrantes de distintas regiones del mundo como África y Asia.

Las afirmaciones de Macri no son nuevas. En el marco de los festejos por el Bicentenario de la Independencia, había justificado el acercamiento a la Unión Europea (UE) con una frase del mismo tenor: “La Unión Europea puede expandir su capacidad hacia una región donde tienen muchos vínculos, porque somos todos hijos de europeos en América Latina, principalmente. creo que es natural que trabajemos juntos”.

El comentario es un nuevo ninguneo a la multiculturalidad que existe en la región y sobre todo a los pueblos originarios, algo repetido sistemáticamente por todos los funcionarios de su Gobierno como se ha visto con la negación, persecución y demonización del pueblo mapuche en particular.

Por el contrario, refuerza el pensamiento colonialista, invisibilizando no sólo a los pueblos y las culturas milenarias de Sudamérica, sino a todas las comunidades originarias que actualmente pelean por defender sus derechos a lo largo y a lo ancho del continente.

Una más del “Virrey” Macri, quien todavía debe sentir angustia por la decisión de separarse de España.

 


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