La visita del general norcoreano Kim Yong Chol a Pyeongchang desata la polémica en Corea del Sur
El general es considerado por Seúl como el responsable del torpedeo y hundimiento de la corbeta sudcoreana ‘Cheonan’ que causó la muerte de 46 miembros de su tripulación en el año 2010.
La presencia en la clausura de los Juegos Olímpicos de Invierno de Pyeongchang del general norcoreano Kim Yong Chol ha desatado una fuerte polémica, tanto en el ámbito político de Corea del Sur, como en el ámbito internacional. Cerca de 70 parlamentarios surcoreanos del Partido Libertad de Corea han protestado contra la presencia del general, quien encabezará la delegación de su país en los eventos de cierre de los juegos este domingo. Los representantes de este partido califican al jefe de la delegación norcoreana en los JJ.OO. de Invierno como «diabólico criminal de guerra».
Los legisladores organizaron una protesta frente a la residencia presidencial contra la visita del general, acusado de haber coordinado varios ataques contra Corea del Sur, y en particular, el lanzamiento del torpedo desde un submarino de Corea del Norte que hundió la corbeta ‘Cheonan’ en 2010. Ese incidente se cobró la vida de 46 personas. Por su parte, Pionyang negó en repetidas ocasiones haber sido responsable del hundimiento.
Expectación ante el encuentro con Ivanka Trump
Por su parte, el encuentro entre las delegaciones estadounidense y norcoreana ha levantado gran expectación. Existe una gran incertidumbre sobre qué actitud adoptará Ivanka Trump, que encabezará la delegación estadounidense en la ceremonia final de la Olimpiada.
Según representantes de la Casa Blanca, la presencia de Ivanka tiene como objetivo brindar apoyo a los deportistas estadounidenses y reafirmar la alianza entre EE.UU. y Corea del Sur. Sin embargo, lo que más expectación está generando es el evento de clausura, donde todas las miradas estarán puestas en la postura que adopte la delegación estadounidense hacia los representantes de Corea del Norte, país con el que EE.UU. está constantemente intercambiándose amenazas de guerra.
A pesar de poner en la lista negra al líder norcoreano, Kim Jong-un, por sus políticas nucleares, Seúl decidió aceptar la presencia de una delegación norcoreana en los Juegos en el contexto de la etapa de deshielo que se ha establecido recientemente en las relaciones entre los dos países vecinos.