Presidentes de Brasil y Colombia analizaron el escenario regional
El avance de gobiernos extremistas en América Latina, las próximas elecciones en Venezuela y la integración regional con vértice en la Amazonia fueron los principales temas de agenda.
El presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, se reunió este miércoles por tercera vez en nueve meses, con su homólogo colombiano Gustavo Petro con quien analizó el escenario político regional, signado por el avance de gobiernos extremistas, las próximas elecciones en Venezuela y la integración regional con vértice en la Amazonia.
Ambos mandatarios conversaron a solas después de saludarse calurosamente ante los camarógrafos, ambos luciendo gorras de viceras largas, en la Casa de Nariño, el palacio presidencial bogotano.
“Yo quiero decirte, mi querido amigo Petro, que nació una nueva relación Brasil-Colombia, nació un nuevo estilo en nuestra relación (..) necesitamos construir una asociación estratégica entre Brasil y Colombia”, declaró el brasileño, hablando con entusiasmo.
La opción por Colombia plantea un cambio de las prioridades geopolíticas brasileñas, históricamente centradas sobre el Cono Sur. Esto se explica en la importancia de la Amazonia, “donde compartimos mil 644 kilómetros de fronteras” dijo Lula, preocupado con garantizar la soberanía de esa región inconmensurable codiciada por potencias extrarregionales interesadas en su biodiversidad y también en su petróleo.
Un ejemplo de ello es el despliegue de elementos del Comando Sur norteamericano en la Guyana con el pretexto de respaldar a la ex colonia británica en su disputa con Venezuela por el control del Esequibo.
Par dar respuesta a esa realidad «tenemos que estar cada vez más fuertes porque sólo así seremos más respetados por los Estados Unidos, seremos más respetados por la Unión Europea, por China, por Rusia y por India”, planteó el brasileño. “Nuestra vocación es unir el Caribe, el Pacífico y la Amazonia. Compartimos la mayor floresta tropical del mundo y una reserva de biodiversidad incomparable”.
Primera reunión
La ciudad de Leticia, ubicada en medio de la floresta colombiana, fue donde sucedió la primera cita de Lula con Petro, en julio del año pasado. Ambos políticos se trataron con una simpatía protocolar que iría creciendo hasta alcanzar la amistad política del presente.
Lula había expresado su apoyo a Petro en los comicios de junio de 2022, cuando el ex guerrillero del M19 derrotó al empresario Rodolfo Hernández, conocido como «el Donald Trump colombiano».
Más tarde, en octubre de aquel 2022, Petro se manifestó a favor de Lula en las muy disputadas elecciones frente a Bolsonaro, el dirigente de extrema derecha más importante de la región.
El tema Milei
Esta aproximación entre los gobiernos de Brasil y Colombia, dos países que históricamente tuvieron relaciones amables pero de baja intensidad , contrasta con la ausencia de diálogo entre Lula y el presidente de Argentina, Javier Milei, de cuya llegada a la Casa Rosada ya se cumplieron cinco meses.
El vacío diplomático de dos socios imprescindibles el uno para el otro, como son Brasil y Argentina, causa preocupación en el Palacio Itamaraty (Cancillería brasileña) donde el lunes pasado fue recibida la canciller argentina Diana Mondino.
El siempre canciller brasileño, Mauro Vieira, mostró una sonrisa al estrechar la mano de su homóloga argentina Mondino en el Palacio Itamaraty, ubicado a unas pocas cuadras de la Presidencia.
La enviada de Milei se refirió a su homólogo como “Mauro” y recordó el primer encuentro entre ambos, el domingo 26 de noviembre del año pasado, con la participación del entonces embajador Daniel Scioli, ocurrida una semana después de la victoria del candidato anarco-capitalista en Argentina.
La reunión que tuvieron en aquel momento ambos cancilleres, ocurrió luego de los insultos que le profesó Milei a Lula. El mandatario brasileño estaba indignado ante dichas ofensas, razón por la cual rechazó viajar a la toma de posesión del 10 de diciembre en la Casa Rosada donde sí estuvieron Jair Bolsonaro y su familia junto a otros exponentes de la extrema derecha internacional.
La canciller trajo a Brasilia una carta de Milei para su colega brasileño, de cuyo contenido no se conoce más que alguna filtración publicada en el diario Folha de San Pablo. Quizás nunca se dé a conocer el texto de la misiva, pero aún así lo que importa es el gesto que ella representa y la posibilidad de que se inicie un diálogo entre los presidentes.
La canciller argentina expresó en Brasilia que no descarta un encuentro entre los presidentes, el cual dependería de compatibilizar las respectivas agendas. Mientras Mondino se refería a esa reunión, su colega Vieira miraba hacia el horizonte, sin manifestarse sobre el tema. Para la diplomacia brasileña hay pocas chances de que se realice una cumbre bilateral en Buenos Aires o Brasilia en el corto plazo.
Aún así no se descarta un eventual encuentro de Lula y Milei en tres eventos que contarán con la participación de ambos: la cumbre del G7 que se realizará en junio en Italia, la reunión semestral del Mercosur agendada para julio en Paraguay y la conferencia del G20 que tendrá lugar a mediados de noviembre en Río de Janeiro.