César Pérez Navarro •  Internacional •  17/03/2023

Los parlamentarios de La Francia Insumisa responden al decretazo de Macron que reforma las pensiones cantando la Marsellesa

  • El Gobierno ultraliberal de Macron recurrió ayer a la aprobación por decreto de la reforma de las pensiones que retrasa la edad de jubilación invocando el artículo 49.3 que permite al Ejecutivo saltarse una votación parlamentaria para sacar adelante una ley.
  • En 2016, el entonces primer ministro Manuel Valls también tiró de este artículo, una medida excepcional, para aprobar la reforma laboral. Desde la entrada en vigor de la actual Constitución en 1958, el artículo 49.3 ha sido utilizado un total de 100 veces.
  • Las encuestas muestran que dos de cada tres franceses se posicionan contra de la reforma de las pensiones (tres de cada cuatro entre los jóvenes), y seis de cada diez se muestra a favor de que continúen las movilizaciones, incluidas las huelgas. Según la consultora Ifop, un 78% de los franceses se declara en contra del recurso al 49.3 utilizado por Macron.
Los parlamentarios de La Francia Insumisa  responden al decretazo de Macron que reforma las pensiones cantando la Marsellesa

La sesión parlamentaria comenzó ayer sin contratiempos. La presidenta de la Asamblea invitó a la primera ministra al podio, pero antes de que pudiera pronunciar la primera palabra, los diputados de Nupes (Nueva Unión Popular Ecológica y Social, el bloque de diputados de izquierdas), donde es mayoritaria La Francia Insumisa de Mélenchon, se levantaron para entonar la Marsellesa a pleno pulmón. Un acto con una emocionante carga simbólica en el que protestaban contra el regresivo proyecto de ley de pensiones neoliberal en Francia. Macron ha invocado un poder constitucional especial para promulgar la ley sin previa votación en el Parlamento. Una jugada arriesgada con muchos detractores que, de momento, ya han anunciado una moción de censura. Tanto Marine Le Pen, de la extrema derecha, como Fabien Roussel, del Partido Comunista Francés, estarían a favor de la moción, al igual que los legisladores que sujetan pancartas en las que demuestran su claro “no a los 64 años para la jubilación”. Tras varios intentos de la presidenta de la Asamblea por reestablecer el orden, la sesión tuvo que ser suspendida durante dos minutos

En el exterior, en ese momento, frente a la Asamblea Nacional se concentraba una multitud de miles de franceses secundados por otras tantas manifestaciones en todo el país, con el respaldo de casi todo el tejido sindical. Movilizaciones que han llegado a picos de 3,5 millones de personas el 7 de marzo y 1,7 millones el pasado día 15, según la central sindical CGT.

La reforma prevé elevar de 62 a 64 años la edad de jubilación y ampliar el periodo de cotización necesario para obtener la pensión máxima, una iniciativa similar a la aprobada por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero pero para un intervalo menor edad. En 2011, el Congreso de los Diputados español aprobó definitivamente la reforma de las pensiones que elevó gradualmente la edad jubilación de los 65 a los 67 años con los votos de PSOE y CiU, subiendo también de forma progresiva los años que se tienen en cuenta para calcular la cuantía de la pensión, que pasaron de 15 a 25 años. La reforma en Francia aumenta de 62 a 64 años la edad de jubilación y sube el tiempo de cotización de 42 a 43 años para poder cobrar pensión completa.

Macron recurre al antidemocrático 49.3

Macron se enfrentó con la probabilidad de no contar con suficientes diputados para alcanzar la mayoría en la Asamblea y convocó de urgencia a un Consejo de Ministros optando por la vía antidemocrática para una medida de enorme calado.

La reforma de pensiones ya había sido adoptada el fin de semana en el Senado por 195 votos contra 112. De ahí pasó a la comisión mixta paritaria (siete senadores y siete diputados) que la aprobó diez votos contra cuatro el miércoles 15 de marzo por la noche. Regresó al Senado este jueves 16 por la mañana para su adopción final, con un ligero ajuste a su votación previa: 193 a favor, 114 en contra.

Su último escalón, este mismo jueves, era la Asamblea Nacional, la cámara de Diputados. Pero a diferencia del Senado, la correlación de fuerzas en Diputados no le favorecía al presidente: la Nupes es la principal fuerza opositora y su voto estaba abiertamente en contra de su ley, igual que los de la ultraderecha y hasta de algunos diputados republicanos, lo que daba una intención de voto en contra de 273 a 279. A favor, los votos fluctuaban entre 275 y 280. Se trataba de cifras muy ajustadas ante los 287 sufragios necesarios para contar con una mayoría.

Finalmente el gobierno neoliberal consideró que no reunía los votos necesarios, por lo que convocó a un consejo de ministros excepcional en la sede presidencial, medida obligatoria que debe realizar el gobierno para activar el artículo 49.3.

Moción de censura

Jean-Luc Mélenchon denunció ayer la aprobación de un texto que fue votado «sólo por el Senado, no por el conjunto del pueblo francés, ni por la Asamblea Nacional, ni por los sindicatos, ni por las asociaciones de trabajadores. Es un texto que no tiene legitimidad». Y aseguró que, tras este «fracaso espectacular», la lucha social tiene «buenas posibilidades de tener la última palabra».

El líder de Nupes ha declarado esta mañana que apoyará la moción de censura presentada por el grupo LIOT (de centro), uniéndose a una alianza heterogénea que puede salir victoriosa, ya que contaría con el respaldo de  la ultraderecha (Renovación Nacional), el citado centro (el grupo LIOT),  algunos diputados rebeldes del partido de derecha Los Republicanos, y la izquierda (Nupes).

Los parlamentarios tienen hasta el viernes 17 de marzo a las 15 horas, 24 horas después de promulgado el decreto, para tramitarlas. El próximo lunes 20 se votarían en la Asamblea. Si una moción de censura obtiene 287 votos, es decir, la mayoría absoluta, la ley se revertiría y Élisabeth Borne debería dimitir (aunque Macron podría retenerla).     

De forma paralela, los sindicatos anuncian nueva jornada de huelga, la novena, para el próximo jueves 23 de marzo. En un comunicado, señalaron medir “con seriedad la responsabilidad que tiene el ejecutivo en la crisis social y política que resulta de esta decisión, una verdadera negación de la democracia». Dicha convocatoria da continuidad a las jornadas de lucha del 19 y 31 de enero, 7, 11 y 16 de febrero, y 7, 11 y 15 de marzo, con huelgas y paros en diversos sectores de la vida nacional.

*Con información de Agencias y Pie de Página.


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