Jordi Pedrosa •  Memoria Histórica •  06/04/2017

Isabel Rodríguez (diputada del PSOE): “El Valle de los Caídos debe ser un símbolo del hermanamiento”

Seguimos, cuarenta años después de la muerte del dictador a vueltas con el problema del Valle de los Caídos. Algo que ya por el nombre lleva a engaño y que es lo que le ha sucedido a la diputada del PSOE, Isabel Rodríguez. El mal llamado Valle de los Caídos, ya que en el se encuentran secuestrados los restos de miles de republicanos muertos en combate pero también asesinados por los golpistas, necesita un lavado de cara.

Isabel Rodríguez (diputada del PSOE): “El Valle de los Caídos debe ser un símbolo del hermanamiento”

Isabel Rodriguez es la secretaria general adjunta del PSOE en el Gobierno. En su intervención de hoy ha descrito (textualmente) la significación del monumento como de exaltación franquista defendiendo la idea de que El Valle de los Caídos debe ser un símbolo del hermanamiento de nuestra sociedad. Debo confesar que cuando he escuchado dicho discurso, de no ser porque en el tuit de PODEMOS se indicaba expresamente la autoría de tal barbaridad, diría que bien podía haberlo suscrito cualquier parlamentario del PP o de Ciudadanos. Mala cosa sería para España que el icono del “hermanamiento” de sus ciudadanos,  como si fuésemos costaleros de alguna cofradía a modo de broma de mal gusto, fuese precisamente la obra faraónica del mayor asesino que ha tenido este país. Cambiamos de caja al vejete y ponemos un carmelita que ponga, “démonos la mano hermano y lo pasado pasado está”. Lo que parece ignorar la señora Rodriguez es que precisamente esa idea de la reconciliación es la que nos intentó vender el dictador para explicar la construcción del Valle. La web oficial del Valle de los Caídos cuya dirección me niego a linkear por motivos de salud mental, describe de la siguiente manera los motivos que llevaron a construirlo.

“La idea del Valle fue que la guerra no se volviera a producir nunca. Así se observa en los documentos fundacionales de 1957 y 1958, en los que se determina la oración por todos los muertos en la guerra”

Lo que no os van a contar en esa web es que mientras republicanos esclavos construían esa mole se seguían fusilando, torturando y asesinando a cientos de hombres y mujeres en nombre de esa paz. ¿Querrá explicar la señora Rodriguez a los familiares que tienen a sus seres queridos secuestrados en el Valle o de quienes murieron construyéndolo que ese horror será en el futuro un lugar de hermanamiento para víctimas y verdugos? ¿Podrá convencerlos de que ni es una broma ni una barbaridad ocurrido al calor de la vergüenza de más de veinte años de legislaturas socialistas que se inhibieron para resolver ese problema y otros muchos?

Pero las perlas que ha soltado la diputada socialista no se han quedado ahí, desgraciadamente. En verdad su intervención ha tenido poco de aprovechable salvo la evidencia de que tenemos una oposición con gravísimos complejos democráticos que ha permitido a una derecha acaparar el discurso para ser el aladid de la libertad y la democracia. Isabel Rodriguez también ha defendido la brillante idea y vuelvo a citar textualmente:

“Que para que eso ocurra es necesario que de allí salgan algunos restos. Me refiero a los restos del dictador”

¡Acabáramos! Y yo que pensaba que quienes debían ocupar la primera posición en ser devueltos dignamente eran los republicanos enterrados forzosamente en Cuelgamuros. Ignorante de mí que asimilo la disparatada idea de resarcir la memoria de quienes defendieron con sus vidas la legalidad de la II República. Pero Isabel me ha abierto los ojos aseverando que son algunos restos los que hay que desplazar. Otros no. Los de Franco. Quizá la señora considera el Paso de Meirás un lugar apropiado para el descanso eterno de su alma. En fin, una intervención surrealista para quien que milita en un partido que dice ser republicano y de izquierdas. El caso es que unos por otros la casa se sigue sin barrer y lo que queda, aunque no es muy halagüeña la perspectiva y las soluciones propuestas parezcan una tomadura de pelo. Lo que sería en cualquier país europeo un hazmereír, aquí los que se ríen y a mandíbula batiente es la derecha de los ciudadanos y ciudadanas. Y puesto que el Valle de los Caídos pertenece a Patrimonio Nacional, la permisividad de su utilización como lo que es actualmente no deja de suponer una apología estatal al fascismo. Pero claro esto en un país que financia a una Fundación llamada Francisco Franco es algo consecuente y lleno de lógica. Lo que es descabellado es que haya personas en el hemiciclo como Isabel Rodriguez “defendiendo” la Memoria Histórica. Honestamente creo que no nos lo merecemos.  Pasen y vean damas y caballeros, el gran espectáculo de la memoria democrática no ha hecho más que comenzar…

Fuente: https://radiorecuperandomemoria.com/2017/04/06/isabel-rodriguez-el-valle-de-los-caidos-debe-ser-un-simbolo-del-hermanamiento/


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