Redacción •  Actualidad •  20/12/2018

Ecologistas Extremadura critica que las empresas cinegéticas se estén lucrando dentro de un Parque Nacional con las monterías

El pasado fin de semana se desarrolló una acción de control tipo montería en el paraje denominado la Madroña, dentro de la finca la Parrilla en Serrejón (Cáceres), en la misma, se soltaron decenas de perros y se mataron más de un centenar de animales, entre ellos unas 60 ciervas y 6 venados. Esta es una más entre las muchas monterías que se celebran en terrenos del Parque Nacional de Monfragüe estos meses, el 21 de Diciembre está prevista otra en la finca Las Cansinas.

Ecologistas Extremadura critica que las empresas cinegéticas se estén lucrando dentro de un Parque Nacional con las monterías

Los ecologistas lamentan que con la excusa de unas controvertidas acciones de control se esté permitiendo un lucro desorbitado a determinadas empresas cinegéticas dentro de un Parque Nacional, en lugares de acceso prohibido al público, cuando esta explotación, sostienen que se podría hacer perfectamente fuera del Parque, sin poner en peligro la fauna protegida que intenta refugiarse dentro de Monfragüe.

Afirman que además de lo que se paga por los puestos, a 300€ en este caso según se puede ver en Internet, los precios altos de la carne de cierva, por la que se paga en torno a 200€ por cierva están creando un negocio, de lo que supuestamente es una acción de control, más de 14000 € sólo por la carne y afirman que, pese a este beneficio sería mucho más rentable no cazar dentro del Parque y obtener más ingresos por turismo, si los visitantes pudieran observar con más facilidad la fauna, como ocurre en los lugares donde no se caza durante años al disminuir la distancia de huida.

Desde esta organización piden se aclare si estas empresas declaran fiscalmente los beneficios obtenidos en las acciones de control tipo montería.

Por otra parte desde esta Asociación recuerdan, en referencia a la reciente noticia de un furtivo norteamericano condenado por sentencia judicial a ver mensualmente la película Bambi, que unas 60 crías de ciervo han podido quedar huérfanas, las crías suelen estar al cuidado de su madre hasta que estas paren de nuevo en primavera, durante este tiempo las madres ayudan, protegen y enseñan a sus crías, no es raro tras estas acciones de control encontrar ciervos jóvenes desvalidos, que sufren esta situación.

Esta circunstancia es un problema más de los muchos, que afirman, generan estas acciones de control tipo de montería dentro del Parque Nacional, algunos de estos ciervos jóvenes son matados por los perros de las rehalas, durante la cacería o días posteriores dado que algunos de ellos están vagando por el Parque durante meses, pero otras, protegidas por sus madres, que incluso sacrifican sus vidas para salvar a sus crías, logran sobrevivir.

Desde esta organización ponen en duda la utilidad de las cacerías después de tantos años realizándose y esperan que este sea el último año en que se celebren y no sólo por la afección a los ciervos, sino especialmente por el efecto negativo de estos perros sueltos por un Parque Nacional previsiblemente atacando también a especies protegidas, además consideran que estas monterías dificultan el asentamiento de especies como el lince o el lobo ibérico que podrían ser la solución para regular adecuadamente las poblaciones de ungulados en un Parque Nacional.


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