Redacción •  Actualidad •  18/12/2020

La Juventud Comunista sale a la calle para visibilizar la realidad que viven las jóvenes de Castilla – La Mancha

La Juventud Comunista en Castilla – La Mancha ha colocado pegatinas, carteles y pancartas en gran parte de las capitales de provincia y en distintos municipios de toda la región para alertar de la realidad que vive la juventud castellanomanchega obligada a vivir con contratos precarios o finalmente irse de la región a trabajar.

La Juventud Comunista sale a la calle para visibilizar la realidad que viven las jóvenes de Castilla – La Mancha

Desde el mes de octubre, esta propuesta se ha visibilizado en la mayor parte de campus de la Universidad de Castilla – La Mancha (UCLM) de toda la región o, en barrios obreros como, por ejemplo, Santa Bárbara o El Polígono, en Toledo. Estos lugares han aparecido repletos de carteles y pegatinas para evidenciar esta realidad y llamar a la lucha por los derechos básicos de la juventud trabajadora.

En los carteles se pueden leer lemas como “Ni exilio, ni Precariedad: Organización para luchar”. Con ello, la Juventud Comunista quiere alertar de como los derechos de la juventud trabajadora están siendo puestos en peligro con el objetivo de arrebatarles lo que años de lucha les costó conseguir. Medidas que buscan la precarización de la clase trabajadora y todos esos mínimos materiales que les dota de una dignidad como personas.

Según ha explicado el Comité de Dirección Intermedio de Castilla – La Mancha de la Juventud Comunista en un comunicado en su web, no pueden hacer oídos sordos a la situación, que al igual que en gran parte del país, están viviendo en la región por lo que se les hace inevitable seguir luchando por una vida digna a pesar de ser cada vez más complicado conseguirlo.

Tenemos una tasa de desempleo juvenil de un 40%, imposibilidad de acceder a una vivienda debido a los altos precios de los alquileres, más de 200 casas de apuestas… Estas son las cifras a las que nos enfrentamos cada año y que hacen patente la situación de precariedad y desconcierto junto con la que convivimos, y que nos imposibilitan a las jóvenes que seamos capaces de construir un proyecto de vida que se sustente sobre unos fuertes cimientos, y no sobre la incertidumbre y la indecisión”, afirman.

Como alternativa a esta situación, las jóvenes comunistas castellanomanchegas lo tienen claro y es por lo que luchan día tras día: “nuestros derechos no se negocian” y por ello, exigen: “Tener acceso a educación pública y de calidad, donde el estudiantado de clase trabajadora tenga un total acceso a sus estudios y nadie tenga que verse obligado a quedarse fuera por motivos económicos, o directamente tener que compaginarlo con un trabajo a tiempo parcial para tener que financiarse los estudios; una vivienda digna en la que no tengamos que invertir más de la mitad de nuestros salarios y que nos den la oportunidad de poder emanciparnos; un trabajo con unas condiciones y unos sueldos dignos, donde no nos juguemos la vida en beneficio del empresario; y un ocio que se aleje del más puro consumismo, donde cuenta nuestra capacidad económica, y no nuestro desarrollo personal y social.”

“Cada día, en nuestros barrios, institutos, universidades, centros de trabajo… allá donde un militante de la Juventud Comunista trabaje, estudie o viva, existirá una trinchera donde exigir un futuro y unas condiciones dignas para cada una de nosotras. Porque vivir significa tomar partido, ¡afíliate a la Juventud Comunista!”, concluyen.


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