La Conferencia Hidrográfica del Cantábrico sanciona al Ayuntamiento de Siero por los vertidos del polígono industrial de La Belga
- La autoridad hidrológica ha abierto un expediente sancionador contra el consistorio por carecer de una red de saneamiento de aguas residuales adecuado.
La Conferencia Hidrográfica del Cantábrico ha abierto un expediente sancionador contra el ayuntamiento de la localidad asturiana de Siero, ante las deficiencias de infraestructura para el tratamiento de aguas residuales en el polígono industrial de La Belga. Según el expediente, este polígono industrial que cuenta con fábricas y almacenes de sectores altamente contaminantes como la producción de biodiesel, materiales de construcción o cárnicas, carece de unas instalaciones adecuadas, siendo susceptible de vertidos de aguas residuales en el dominio público hidráulico.
La sanción responde a las reiteradas denuncias de la Coordinadora Ecoloxista d’Asturies, que advirtieron sobre la práctica habitual de derivar las aguas residuales del polígono a los sistemas de caudal municipales, derivando en graves casos de contaminación del arroyo de La Belga. «Un polígono que lleva años con empresas contaminantes que lo tiran todo alcantarilla abajo, que acaba dañando el arroyo de la Belga con la consiguiente contaminación, que sorprende que nunca nadie se haya preocupado dónde van las aguas residuales, hasta que denunciamos el tema», afirman desde la Coordinadora.
La normativa europea establece desde el año 2001 que es obligatorio el tratamiento de aguas provenientes de actividades industriales en este tipo de instalaciones. A pesar de ello, señalan desde la Coordinadora, el Polígono Industrial de La Belga jamás ha contado con este tipo de instalaciones, por dejadez, apuntan, del Ayuntamiento de Siero. «Parece que en Siero hacen caso omiso a pesar de que el Ayuntamiento tiene capacidad económica sobrada para acometer esas obras obligatorias», apuntan desde la Coordinadora.
La organización ecologista celebra la apertura del expediente, confiando en que sea el paso previo al establecimiento de recursos para evitar posibles casos de contaminación. Sin embargo, denuncian que la práctica de desoir la normativa y carecer de instalaciones adecuadas, está extendida en todo el Principado. «Es una mala costumbre que los numerosos polígonos públicos y privados que hay en Asturias, o no tengan depuradora o la que tienen nunca funcionó, o lo hace mal porque depurar las aguas cuesta dinero», denuncian.
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